martes, 31 de enero de 2023

GÉNESIS 95

 


 

Al enriquecerse Jacob, los hijos de Labán así como el mismo Labán, no lo ven con buenos ojos, sin duda la envidia se ha apoderado de ellos. Así las cosas, Jehová se comunica con Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo (31,10) (BP)

No se dice aquí de que forma se realiza la comunicación, pero si más adelante cuando Jacob habla con sus esposas y les comunica la situación respecto al padre y hermanos de ellas; les explica los engaños que ha tenido que soportar de Labán y como gracias a la ayuda de Yahvé él se ha enriquecido: Y vosotras sabéis, que con todas mis fuerzas he servido a vuestro padre:

Y vuestro padre me ha mentido, que me ha mudado el salario diez veces; mas Dios no le ha permitido, que me hiciese mal.

Si él decía así: Los pintados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían pintados: y si decía así: Los cinchados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían cinchados.

Y quitó Dios el ganado de vuestro padre; y diómelo a mí. (BP)

 

Jacob no explica, obviamente, la técnica que ha seguido para conseguir los ganados pintados y listados; en cambio les cuenta lo que sigue: 10 Y sucedió que al tiempo que las ovejas estaban en celo, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados. (BP)

Evidentemente, lo que vio en sueños Jacob no es esto precisamente, sino la técnica que utilizó que le fue comunicada por el mensajero de los Elohim como veremos ahora; mas Jacob modifica su sueño al contarlo, probablemente siguiendo las directrices del mensajero.

11 Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí.

12 Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho.

 

Debo  recordar que “ángel” debemos traducirlo por “mensajero”, y que Dios es la traducción errónea e interesada de “Elohim”. Por tanto deberíamos leer en el versículo 11: “y me dijo el mensajero de los Elohim…” Solo de esta forma comprenderemos ciertos pasajes, que se muestran confusos como sucede en esta ocasión:

“Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú ungiste la piedra y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento” (31,13) BP

 En esta ocasión deberíamos leer: “Yo soy el Elohim de Bet-el…” así no nos resultaría tan confuso que Jacob diga primero “el ángel de Dios” y luego resulte que se trata del mismo Dios quien le habla.

 Aunque de todas formas queda claro que Jacob no se aclara (perdón por el juego de palabras) en cuanto a la identificación de los Elohim, no hay duda de que la comunicación telepática del Elohim que le habla no le transmite imagen suya sino solo la voz, por lo cual tiene que identificarse diciéndole que es el Elohim de Bet-el. De todas formas, tal como hemos visto con los patriarcas anteriores, no es fácil identificar y diferenciar a Yahvé de los demás Elohim.

 Raquel y Lía se muestran de acuerdo con su marido y con Elohim, por lo cual, aprovechando la ausencia de Labán preparan lo suyo y se marchan en franca huída. (31,17-22). 

En este lapsus Raquel aprovecha para robar a su padre los terafim.


19 Labán había ido al esquileo, y Raquel robó los “terafim” de su padre.

Los antiguos códigos legales sumerios, como las leyes NUZI, revelaron que en ese momento la posesión de pequeños ídolos domésticos (comúnmente llamados Terafines) era el certificado de propiedad que uno necesitaba para convertirse en propietario de una tierra.

Si los ídolos terminaban en manos de otra persona, esa persona automáticamente se convertía en dueña de la tierra que demarcaba.

Debido a que son pequeños, podrían ser robados fácilmente y dependía del propietario conservarlos para no dañarlos. Fue, pues, por un descuido de Labán que Raquel robó sus ídolos (es decir, sus escrituras), para luego entregárselos a Jacob, y convertirlo en el nuevo señor de aquellas tierras.

Fue un intento de compensar a su esposo por el error que lo llevó a trabajar siete años más en la tierra de su padre, lo cual es una señal de que Raquel no creía completamente que Dios le daría a Jacob la tierra de Canaán, como era lo prometido.

 Avisado Labán del hecho, le persigue y cuando le alcanza, Elohim se comunica con él:  24 Vino Dios en sueños durante la noche a Labán, arameo,

25 y le dijo: “Guárdate de decir a Jacob nada, ni en bien ni en mal.” Cuando alcanzó Labán a Jacob, había éste fijado sus tiendas en el monte, y Labán fijó también la suya y las de sus parientes en el mismo monte de Galaad.

De nuevo se realiza la comunicación telepática, aprovechando el momento en que el “receptor” duerme.

Labán cuando vuelve se da cuenta del robo y persigue a Jacob: 30 Y si es que te vas porque anhelas irte a la casa de tu padre, ¿por qué me has robado mis dioses?

Así Labán registra las cosas que Jacob y su gente llevan, buscando los terafim pero no los encuentra porque Raquel los tiene bien escondidos según podemos ver en 31,32-35.

 Luego Labán da sus quejas a Jacob y este también da a Labán las suyas, pero al final hacen “pacto de no agresión” y como señal levantan un majano: 46 y dijo a sus hermanos que recogieran piedras y las reunieran en un montón, y comieron sobre él.

47 Le llamó Labán Yegar-Sahaduta, mientras que Jacob le llamó Yagar Galaad.

48 Y dijo Labán: “Este montón es hoy testigo entre ti y mí.” Por eso le llamó Galaad,

49 y también Mispah, por haber dicho Labán: “Que vele Yahvé entre los dos cuando nos hayamos separado el uno del otro.”

 

Tanto Galaad como Jegar Sahaduta significan lo mismo: “El majano del testimonio”. La diferencia está en que Galaad es en hebreo y Jegar Sahaduta en arameo. En cuanto al nombre Mizpa es equivalente a Atalaya.

 En una palabra, todo este juego de nombres es lo mismo que decir: Este es el  majano que testimonia nuestra alianza y desde el cual nos observará Elohim cuando nos separemos.

 Tal como dice la versión de la BC en 31,49.

 Así dice después Labán: 52 Este montón es testigo de que yo no lo pasaré yendo contra ti, ni tú lo pasarás para hacerme daño.

 

En realidad el acuerdo se alcanza cuando Labán asume que Jacob es más poderoso que él, porque tiene mayor riqueza y por tanto mayor número de sirvientes que le defiendan.

 

GÉNESIS 94

 


 

Biblia Kadosh Israelita Mesiánica

Pero entonces él oyó lo que estaban diciendo los hijos de Lavan: 'Ya'akov se ha cogido todo lo que nuestro padre tenía una vez. Es de lo que solía pertenecer a nuestro padre que Ya'akov se ha vuelto tan rico.'

El también vio que lo tenían en diferente estima a la de antes.

YAHWEH dijo a Ya'akov: 'Regresa a la tierra de tus padres, a tus parientes; Yo estaré contigo.'

Así que Ya'akov mandó a llamar a Rajel y a Leah y las hizo venir al campo donde estaba su rebaño.

El les dijo a ellas: 'Veo por la forma en que el padre de ustedes mira que él se siente diferente hacia mí que antes; pero el Elohim de mi padre ha estado conmigo.

Ustedes saben que yo he servido a su padre con toda mi fuerza,

y que el padre de ustedes me ha engañado, y ha cambiado mis jornales diez ovejas; pero Elohim no le dio poder para dañarme.

Si él decía: 'Las manchadas serán tus jornales,' entonces todos los animales parían cabritos manchados; y si él decía: 'Las blancas serán tus jornales,' entonces todos los animales parían cabritos blancos.

Así es como Elohim ha quitado los animales al padre de ustedes y me los ha dado a mí.

10 Una vez, cuando los animales se estaban apareando, yo tuve un sueño: Alcé mi mirada y allí delante de mí los carneros que se apareaban con las hembras eran manchados, pintados y vetados.

11 Entonces, en el sueño, el Malaj de Elohim me dijo: '¡Ya'akov!' Y yo respondí: 'aquí estoy.'

12 El continuó: 'Levanta tus ojos ahora, y mira: todos los carneros apareándose con las hembras son manchados, pintados y vetados; porque Yo he visto todo lo que Lavan te ha estado haciendo.

13 Yo soy el Elohim que se apareció a ti en de Beit-El, donde tú ungiste la piedra con aceite, donde hiciste tu voto a mí. Ahora levántate, sal de esta tierra, y regresa a la tierra donde naciste.''

14 Rajel y Leah le respondieron: 'Nosotras ya no tenemos herencia de las posesiones de nuestro padre;

15 y él nos considera extranjeras, puesto que él nos ha vend ido; además, él ha consumido todo lo que recibió a cambio de nosotras.

16 Sin embargo, la riqueza y la gloria que Elohim ha quitado a nuestro padre se ha vuelto de nosotros y de nuestros hijos de todas maneras; así que cualquier cosa que Elohim te ha dicho que hagas, hazla.'

17 Entonces Ya'akov se levantó, puso a sus hijos y esposas en los camellos,

18 y puso en camino todo su ganado, junto con las riquezas que había acumulado en Padam-Aram, el ganado en su posesión que él había adquirido en Paddan-Aram, para ir a Yitzjak su padre en la tierra de Kenaan.

19 Ahora Lavan había ido a trasquilar sus ovejas, así que Rajel robó los ídolos[92] que pertenecían a su padre,

20 y Ya'akov engañó con astucia a Lavan el Arami por no decirle de su intencionada huida.

21 Así él huyó con todo lo que tenía: él salió y cruzó el Río [Eufrates] y fue hacía la zona montañosa de Gilead.

22 No fue hasta el tercer día que le fue dicho a Lavan el Arami que Ya'akov había huido.

23 Lavan tomó sus parientes con él y pasó los próximos siete días persiguiendo a Ya'akov, alcanzándolo en la zona montañosa de Gilead.

24 Pero Elohim vino a Lavan el Arami en un sueño esa noche, y le dijo: 'Ten cuidado de no hablar a Ya'akov palabras malvadas.'

25 Cuando Lavan alcanzó a Ya'akov, Ya'akov había acampado en la zona montañosa; así que Lavan y sus parientes acamparon en la zona montañosa de Gilead.

26 Lavan dijo a Ya'akov: '¿Qué quieres decir por engañarme y llevándote a mis hijas como si fueran cautivas tomadas en guerra?

27 ¿Por qué huiste en secreto y me engañaste y no me lo dijiste? Yo te hubiera despedido con alegría y cantando a la música de panderos y liras.

28 ¡Ni siquiera me dejaste besar a mis hijos e hijas y despedirme de ellos! ¡Qué cosa tan estúpida has hecho!

29 Yo lo tengo en mi poder de hacerte daño; pero el Elohim de tu padre me habló anoche, y me dijo: 'Ten cuidado de no hablar a Ya'akov palabras malvadas.'

30 De acuerdo que te tenías que ir, porque extrañabas tan profundamente la casa de tu padre; pero ¿por qué robaste mis dioses?'

31 Ya'akov le respondió a Lavan: 'Porque tuve temor. Yo dije: '¿Supón que te llevas a tus hijas y todas mis posesiones de mí a la fuerza?

32 Toma nota de lo que yo tenga de tu propiedad y tómalo.' Y él no encontró nada y Ya'akov dijo: Pero si tú encuentras tus dioses con alguien, esa persona no permanecerá viva entre sus hermanos.' Ya'akov no sabía que Rajel los había robado.

33 Lavan entró y registró la tienda de Leah. Y salió de la tienda de Leah, y registró la tienda de Ya'akov y la tienda de las dos esclavas; pero no los encontró. También fue a la tienda de Rajel

34 Ahora, Rajel había cogido los ídolos, pero los puso en la montura del camello y estaba sentada sobre ellos.

35 Ella dijo a su padre: 'Por favor no te enojes que no me levanto en tu presencia, pero es el tiempo de mi período.[93]' Así que él buscó, pero no encontró los ídolos.

36 Entonces Ya'akov se enojó y comenzó a discutir con Lavan: '¿Qué mal he hecho?' El demandó. '¿Cuál es mi ofensa, que has venido tras de mí en persecución agitada?

37 Has buscado entre todas mis cosas, pero ¿qué has encontrado de los enseres de tu casa? ¡Ponlo aquí delante de mis parientes y los tuyos, para que ellos puedan rendir juicio entre nosotros dos!

38 ¡Yo he estado contigo por estos veinte años! Tus ovejas y tus cabras nunca abortaron a sus pequeños, y yo no he comido los animales machos en tus rebaños.

39 Si uno de entre tu rebaño fue destruido por un animal salvaje, no traje el cadáver a ti sino que pagué la pérdida yo mismo. Tú demandaste que yo te compensara por cualquier animal robado, así de día como de noche.

40 Aquí está como fue para mí; durante el día me consumía la sed, y en la noche el frío - mi sueño huyó de mis ojos.

41 Estos veinte años que he estado en tu casa - ¡yo te serví catorce años por tus dos hijas y seis años por tu rebaño, y tú falsamente ajustaste mis jornales por diez veces!

42 Si el Elohim de mi padre, el Elohim de Avraham, al que Yitzjak le teme, no hubiera estado de mi parte, ¡de cierto ahora me hubieras mandado de camino con nada! Elohim ha visto cuan afligido he estado, y qué duro he trabajado, y anoche El dictó juicio a favor mío.'

43 Lavan respondió a Ya'akov: '¡Las hijas son mis hijas, los hijos son mis hijos, los rebaños son mis rebaños, y todo lo que ves es mío! Pero ¿qué puedo hacer hoy acerca de estas hijas mías o los hijos que les han nacido?

44 Así que ahora, ven, déjame hacer un pacto, yo y tú; y que esté como testimonio entre yo y tú.' Y él le dijo: 'Observa, no hay nadie con nosotros; observa Elohim es testigo entre yo y tú.'

45 Ya'akov cogió una piedra y la puso parada como piedra de señal.

46 Entonces Ya'akov dijo a sus parientes: 'Junten algunas piedras'; y ellos cogieron piedras, hicieron un montón de ellas y comieron allí sobre el montón de piedras. Y Lavan le dijo a él: 'Este montón atestigua hoy entre yo y tú.

47 Lavan la llamó Y'gar-Sahaduta ['pila de testimonio' en Caldeo/Arameo], mientras que Ya'akov la llamó Gal- Ed ['pila de testimonio' en Hebreo].

48 Lavan dijo a Ya'akov: 'Observa este montón, y el pilar cual he puesto entre yo y tú, este montón atestigua, y este pilar atestigua. Por esto es llamada Gal-Ed

49 y también HaMitzpah [torre de vigía], porque él dijo: ' YAHWEH vigile entre yo y tú cuando estemos separados el uno del otro.

50 Si tú causas dolor a mis hijas, o si tomas esposas aparte de mis hijas, entonces, si aun no hay nadie allí con nosotros, todavía Elohim es testigo entre yo y tú.

51 Lavan también dijo a Ya'akov: 'Aquí está la pila, y aquí la piedra de señal que he puesto entre yo y tú.'

52 Si yo no cruzaré a ti, tampoco tú deberás cruzar a mí, más allá de este montón y este pilar, para mal.

53 Que el Elohim de Avraham y también el dios de Najor, juzgue entre nosotros.' Pero Ya'akov juró por el temor de su padre Yitzjak.

54 Ya'akov ofreció un sacrificio en la montaña e invitó a sus parientes a la comida. Ellos comieron la comida y bebieron y durmieron en la montaña.

 

GÉNESIS 93

 


CAPÍTULO 31 VUELVE JACOB A CANAAN


Biblia Nacar-Colunga

Oyó Jacob a los hijos de Labán decir: “Ha cogido Jacob todo lo de nuestro padre, y con lo nuestro ha hecho todas esas riquezas.”

Vio que la cara de Labán no era ya para él lo que había sido antes,

y Yahvé le dijo: “Vuélvete a la tierra de tu padre y a tu parentela, que yo estaré contigo.”

Mandó a llamar, pues, Jacob a Raquel y a Lía, para que fueran al campo adonde estaba con su ganado,

y les dijo: “Veo que el semblante de vuestro padre no es para mí ya el que antes era, aunque el Dios de mi padre ha estado conmigo.

Bien sabéis vosotras que yo he servido a vuestro padre con todas mis fuerzas,

y que vuestro padre se ha burlado de mí, mudando diez veces mi salario; pero Dios no le ha permitido perjudicarme.'

Cuando él decía: Tu salario serán las reses manchadas, todas las ovejas parían corderos manchados; y si decía: Las reses rayadas serán tu salario, todas las ovejas parían corderos rayados.'

Es, pues, Dios el que ha tomado lo de vuestro padre y me lo ha dado a mí.

10 Cuando las ovejas entran en calor, vi yo en sueños que los carneros que cubrían a las ovejas eran rayados y manchados,

11 y mi ángel me dijo en el sueño: “Jacob”; le respondí: “firme aquí.”

12 Y él dijo: “Alza tus ojos y mira: todos los carneros que cubren a las ovejas son rayados y manchados, porque yo he visto lo que te ha hecho Labán.

13 Yo soy el Dios de Betel, donde ungiste tú un monumento y me hiciste el voto. Levántate, pues, sal de esta tierra y torna a la tierra de tu parentela.”

14 Raquel y Lía respondieron: “¿Tenemos acaso nosotras parte o herencia en la casa de nuestro padre?

15 ¿No nos ha tratado como extrañas, vendiéndonos y comiendo nuestro precio?

16 Y, además, cuanto le ha quitado Dios, nuestro es y de nuestros hijos. Haz, pues, ya lo que Dios te ha mandado.”

17 Levantóse Jacob e hizo montar a sus mujeres y a sus hijos sobre los camellos, y, llevando consigo todos sus ganados y todo cuanto en Padán Aram había adquirido,

18 se encaminó hacia Isaac, su padre, a tierra de Canaán.

19 Labán había ido al esquileo, y Raquel robó los “terafim” de su padre.

20 Jacob engañó a Labán, arameo, y no le dio cuenta de su huida.

21 Huyó con todo cuanto tenía, y, ya en camino, atravesó el río y se dirigió al monte de Galaad.

22 Al tercer día dijéronle a Labán que Jacob había huido;'

23 y, tornando consigo a sus parientes, le persiguió durante siete días, hasta darle alcance en el monte de Galaad.

24 Vino Dios en sueños durante la noche a Labán, arameo,

25 y le dijo: “Guárdate de decir a Jacob nada, ni en bien ni en mal.” Cuando alcanzó Labán a Jacob, había éste fijado sus tiendas en el monte, y Labán fijó también la suya y las de sus parientes en el mismo monte de Galaad.

26 Dijo, pues, Labán a Jacob: “¿Qué es lo que has hecho? ¡Escaparte de mí, llevándote mis hijas como si fuesen cautivas de guerra!

27 ¿Por qué has huido secretamente, engañándome, en vez de advertirme, y te hubiera despedido yo jubilosamente con cantos, tímpanos y cítaras?

28 ¡Sin dejarme siquiera abrazar a mis hijos y a mis hijas! Has obrado insensatamente.

29 Mi mano es lo suficientemente fuerte para haceros mal, pero el Dios de tu padre me ha hablado la pasada noche, diciéndome: “Guárdate de decir a Jacob cosa alguna, ni en bien ni en mal.”

30 Y si es que te vas porque anhelas irte a la casa de tu padre, ¿por qué me has robado mis dioses?”

31 Jacob respondió: “Es que temía, pensando que quizá me quitarías tus hijas.

32 Cuanto a lo de tus dioses, aquel a quien se los encuentres, que muera. En presencia de nuestros hermanos busca cuanto sea tuyo y tómalo.” Jacob no sabía que era Raquel la que los había robado.

33 Labán penetró en la tienda de Jacob, en la de Lía y en la de sus siervas, y no halló nada. Después de salir de la tienda de Lía, entró en la de Raquel;'

34 pero Raquel había tomado los “terafim” y los había escondido en el palanquín del camello, sentándose encima. Labán rebuscó por toda la tienda, pero no halló nada.

35 Raquel le dijo: “No se irrite mi señor porque no pueda levantarme ante él, pues me hallo con lo que comúnmente tienen las mujeres.” Así fue cómo, después de buscar y rebuscar Labán en toda la tienda, no pudo hallar los “terafim.”

36 Jacob montó en cólera y reprochó a Labán, diciéndole: “¿Qué crimen es el mío? ¿Cuál es mi pecado para que así me persigas?

37 Después de buscar y rebuscar en todas mis cosas, ¿qué has hallado tuyo? Preséntalo aquí ante mis hermanos y los tuyos, y que juzguen ellos entre los dos.

38 He pasado en tu casa veinte años; tus ovejas y tus cabras no abortaron, y yo no me he comido los corderos de tus rebaños.'

39 Lo destrozado no te lo llevaba, la pérdida iba a cuenta mía. Me reclamabas lo que me robaban de día y lo que me robaban de noche.

40 He vivido devorado por el calor del día y por el frío de la noche, y huía de mis ojos el sueño.

41 He llevado en tu casa veinte años; catorce te he servido por tus dos hijas, seis por tus ganados, y me has mudado diez veces el salario.'

42 Si no hubiera sido por el Dios de mi padre, el Dios de Abraham, y por el Terror de Isaac, ahora me hubieras dejado ir de vacío. Dios ha visto mi aflicción y el trabajo de mis manos, y ha juzgado la pasada noche.”

43 Respondióle Labán y dijo a Jacob: “Las hijas, hijas mías son; los hijos son hijos míos; el ganado es mío también, y cuanto ves es mío; a estas mis hijas y a los hijos que han parido, ¿qué les haría yo hoy?'

44 Ven, pues, hagamos alianza tú y yo y que Dios sea testigo entre ti y mí.”

45 Tomó, pues, Jacob una piedra y la alzó en monumento,

46 y dijo a sus hermanos que recogieran piedras y las reunieran en un montón, y comieron sobre él.

47 Le llamó Labán Yegar-Sahaduta, mientras que Jacob le llamó Yagar Galaad.

48 Y dijo Labán: “Este montón es hoy testigo entre ti y mí.” Por eso le llamó Galaad,

49 y también Mispah, por haber dicho Labán: “Que vele Yahvé entre los dos cuando nos hayamos separado el uno del otro.”

50 Si tú maltratas a mis hijas o tomas otras mujeres además de ellas, no habrá hombre que pueda argüirte; pero he aquí que Dios es testigo entre ti y mí.”

51 Y añadió Labán: “He aquí el monumento y he aquí el testigo que he alzado entre ti y mí.

52 Este montón es testigo de que yo no lo pasaré yendo contra ti, ni tú lo pasarás para hacerme daño.

53 El Dios de Abraham, el Dios de Najor, juzgue entre nosotros.” Juró, pues, Jacob por el Terror de Isaac, su padre;'

54 ofreció un sacrificio en el monte e invitó a sus hermanos a comer. Comieron y pasaron la noche en el monte.

 

domingo, 15 de enero de 2023

GÉNESIS 92

 


 

Raquel, viendo que no daba hijos a Jacob, estaba celosa de su hermana, y dijo a Jacob: “Dame hijos o me muero.”

Airóse Jacob contra Raquel, y le dijo: “¿Por ventura soy yo Dios, que te he hecho estéril?”

 

Como sucede hoy con las personas muy religiosas, achaca Jacob la desgracia de Raquel a dios, la voluntad de Elohim, mas como decía en el capítulo anterior, no parece que en este caso haya una intervención deliberada de los Elohim pues en 30,22-24 se dice: 22 Acordóse Dios de Raquel, la oyó y la hizo fecunda.

23 Concibió, pues, y parió un hijo, y dijo: “Dios ha quitado mi afrenta,”

24 y le llamó José, pues dijo: “Que me añada Yahvé otro hijo.”

 En esta ocasión se hace responsable a Elohim de la dicha de tener un hijo, de igual forma que antes de no tenerlo y para forzar la situación un poco en plan mágico, le pone por nombre José, que significa “El añade”, solicitando de esta forma tener otro hijo.

Raquel recurre, para tener un hijo, a cuanto puede, y así no duda en solicitar a su hermana las mandrágoras que había cogido Rubén en el campo, pues se consideraba que favorecía la fecundidad.

14 Salió Rubén al tiempo de la siega del trigo, y halló en el campo unas mandrágoras, y se las trajo a Lía, su madre, y dijo Raquel a Lía: “Dame, por favor, de las mandrágoras de tu hijo.”

15 Lía le contestó: “¿Te parece todavía poco haberme quitado el marido, que quieres quitarme también las mandrágoras de mi hijo?” Y le dijo Raquel: “Pues que duerma esta noche contigo a cambio de las mandrágoras de tu hijo.”

 Raquel compra las mandrágoras a cambio de su marido, lo que explica que Jacob se acostaba pocas veces con Lía, puesto que ella aceptó el cambio.

 Sin duda la parte más interesante de este capítulo es en la que se narra como Jacob se hace con el mejor ganado de los rebaños de su tío, valiéndose de una técnica poco común. Y todo ello viene a continuación del acuerdo que habían tomado su tío Labán y él:  32 Yo pasaré hoy por entre todos tus rebaños, y separaré toda res manchada o rayada entre los corderos y toda res manchada entre las cabras. Eso será mi salario.

Labán que era un “pillastre”, dice a sus hijos que separen todas las reses manchadas y se las llevan a tres días de camino de donde está Jacob, y así le deja sin nada, por lo cual Jacob recurre a una técnica muy especial para que las crías nazcan manchadas: 37 Tomó Jacob varas verdes de álamo, de almendro y de plátano, y, haciendo en ellas unos cortes, las desdescortezaba, dejando lo blanco de las varas al descubierto.

38 Puso después las varas así descortezadas en los canales de los abrevaderos adonde venía el ganado a beber;'

39 y las que se apareaban a la vista de las varas, parían crías rayadas y manchadas.

 Aunque San Crisóstomo y Teodoreto atribuían a milagro el que nacieran manchadas las crías, San Jerónimo, San Agustín y San Isidoro lo tenían por natural y lo confirman con varios ejemplos. (99)

 Recuerdo haber leído el caso de una gata cuyos retoños presentaban el pelaje unas manchas que se identificaban como letras, investigado el caso, se descubrió que la gata tenía “su nido” sobre un saco el cual tenía pintados unos letreros. Las letras que aparecían en el pelaje de los gatitos, se correspondían exactamente con fragmentos de los letreros del saco.

 Lo asombroso es que Jacob supiera esta técnica en aquella época, hace casi 4000 años.

 Jacob riza el rizo de su técnica poniendo las cañas descortezadas solo cuando se apareaban las reses más fuertes, consiguiendo de esta forma que su tío se quedase con las débiles, mientras él conseguía para si las más vigorosas. (30,41-42)

 43 Vino a ser Jacob rico en extremo, dueño de numerosos rebaños, de siervos y de siervas, de camellos y de asnos.

Por tanto, al igual que con los anteriores patriarcas, Yahvé/Jehová se muestra propicio a enriquecer a su seguidor fiel Jacob, en este caso enseñándole la curiosa técnica de conseguir rebaños manchados.

Robert Charrouse (100) expone algunos casos de impregnación y cita a Laetitia Ramolino que hallándose embarazada de Napoleón, tomó parte en auténticas batallas en el bando de Paoli, por el cual sentía gran admiración, lo que provocó una impregnación en sus hijos, especialmente Napoleón , que tuvieron el templo de Paoli.

También cita a Hipócrates como conocedor de este fenómeno y el texto chino Ko Hung en el cual se expone claramente.

A modo de explicación dice: “El proceso bioeléctrico de la huella parece estar relacionado con el de las manchas pigmentarias, manchas hepáticas, etc. provocadas con frecuencia por afecciones biliares.”

 

 

 

 

 

 

GÉNESIS 91

 

 


Biblia Kadosh Israelita Mesiánica

Cuando Rajel vio que ella no estaba dando hijos a Ya'akov, ella envidió a su hermana, y dijo a Ya'akov: '¡Dame hijos, o moriré!'

Esto hizo que Ya'akov se enojara con Rajel; él respondió: ¿Estoy yo en el lugar de Elohim? El es el que te está negando hijos.'

Ella dijo: 'Aquí esta mi esclava Bilhah. Ve a dormir con ella, y deja que ella de a luz un hijo que será puesto en mis rodillas, para que así por medio de ella yo también pueda edificar una familia.'

Así que ella le dio a Bilhah su esclava como su esposa, y Ya'akov entró y durmió con ella.

Bilhah la esclava de Rajel concibió y le dio a Ya'akov un hijo.

Rajel dijo: 'Elohim ha juzgado a mi favor; de cierto El me ha oído y me ha dado un hijo.' Por lo tanto ella lo llamó Dan [El juzgó].

Bilhah la esclava de Rajel concibió otra vez y dio a Ya'akov un segundo hijo.

Rajel dijo: 'He luchado fuertemente con mi hermana y he ganado,' y lo llamó Naftali [mi lucha].

Cuando Leah vio que ella había cesado de tener hijos, ella tomó a Zilpah su esclava y la dio a Ya'akov como su esposa.

10 Y él entró sobre ella, y Zilpah la esclava de Leah concibió dio a Ya'akov un hijo;

11 y Leah dijo: 'Buenaventura ha venido,' llamándolo Gad [buenaventura].

12 Zilpah la esclava de Leah le dio a Ya'akov un segundo hijo;

13 y Leah dijo: '¡Qué feliz estoy! ¡Las mujeres dirán que soy feliz!' Y lo llamó Asher [feliz].

14 Durante la temporada de cosecha del trigo Reuven fue y encontró mandrágoras[90] en el campo y las trajo a su madre Leah. Rajel dijo a Leah: 'Por favor dame algunas mandrágoras [para que pueda ser fértil].'

15 Ella respondió: '¿No es suficiente que has tomado a mi esposo? ¿También tienes que tomar las mandrágoras de mi hijo?' Rajel dijo: 'Muy bien, a cambio por las mandrágoras de tu hijo, duerme con él esta noche.'

16 Cuando Ya'akov vino del campo en la noche, Leah salió a recibirlo, y dijo: 'Tienes que venir a dormir conmigo, porque te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo.' Así que Ya'akov durmió con Leah esa noche.

17 'Elohim escuchó a Leah y Leah concibió, y le dio a Ya'akov un quinto hijo.

18 Leah dijo: 'Elohim me ha dado mi recompensa, porque di mi esclava a mi esposo.' Así que lo llamó Yissajar [salario, recompensa].

19 Leah concibió otra vez y dio un sexto hijo a Ya'akov.

20 Leah dijo: 'Elohim me ha dado un regalo maravilloso. Ahora por fin mi esposo vivirá conmigo, puesto que le he dado seis hijos.' Y ella lo llamó Zevulun [habitando juntos].

21 Después de esto ella dio a luz a una hija y la llamó Dinah [controversia sobre derechos].

22 Entonces Elohim tomó nota de Rajel, escuchó su oración y la hizo fértil.

23 Ella concibió, tuvo un hijo, y dijo: 'Elohim ha quitado mi desgracia.'

24 Ella lo llamó Yosef [que El añada], diciendo: ' YAHWEH me añada otro hijo.'

25 Después que Rajel había dado a luz a Yosef, Ya'akov dijo a Lavan: 'Envíame de camino, para que pueda regresar a mi propio lugar, a mi propio país.

26 Déjame llevarme a mis esposas, por quienes te he servido, y a mis hijos; y déjame ir. Tú sabes muy bien como te he servido fielmente.'

27 Lavan le respondió: 'Si me consideras favorablemente, entonces por favor escucha: Yo he observado las señales que YAHWEH me ha bendecido a causa tuya.

28 Nombra tus jornales,' él dijo, 'y yo los pagaré.'

29 Ya'akov respondió: 'Tú sabes como te he servido fielmente y como tu ganado ha prosperado bajo mi cuidado.

30 Los pocos que tenías antes de que yo viniera han aumentado sustancialmente; YAHWEH te ha bendecido dondequiera que yo he ido. Pero ahora, ¿cuándo proveeré yo para mi propia casa?'

31 Lavan dijo: '¿Qué debo darte?' 'Nada,' respondió Ya'akov, 'sólo haz esta cosa por mí: una vez más yo pastorearé tu rebaño y lo cuidaré.

32 También pasaré por todo el rebaño y escogeré todas las ovejas grises entre los carneros, y todas las que son manchadas y pintas entre los carneros; estos serán mis jornales.

33 Y yo dejaré que mi integridad esté como testigo contra mí en el futuro, porque es mi recompensa delante de ti, Todo carnero que no sea manchado o pintado entre los carneros y los grises entre los carneros contará como robado por mí.'

34 Lavan respondió: 'Como tú lo has dicho, así será.'

35 Ese día Lavan removió los carneros que eran manchados o pintados y todas las cabras que eran manchadas o pintadas, todas las ovejas grises, y todos los que eran blancos entre ellos; y las dio a sus hijos;

36 y puso tres días de distancia entre él y Ya'akov. Ya'akov apacentó el resto de los rebaños de Lavan.

37 Ya'akov tomó ramas verdes de árbol de estoraque, nogal y castaño, y peló en ellas franjas blancas descortezando las ramas; y mientras pelaba lo verde, la franja blanca, cual él había hecho, aparecía alternando en las ramas.

38 Y puso las ramas que había descortezado paradas delante de los bebederos de agua, para que los animales las vieran cuando vinieran a beber. Y puesto que ellas procreaban cuando venían a beber,

39 los animales se juntaban delante de las ramas y parían cabritos manchados, pintados y listados.

40 Ya'akov dividió los animales e hizo que los animales se aparearan con los pintados y oscuros en el rebaño de Lavan. El también mantuvo su propio rebaño separado y no los unió con el rebaño de Lavan.

41 Cuando fuera que los animales más fuertes venían a celo, Ya'akov ponía las ramas en los bebederos; para que los animales las vieran y concibieran en su panza delante de ellas;

42 pero él no ponía las ramas delante de los animales más débiles. Así los más débiles eran de Lavan y los más fuertes eran de Ya'akov.[91]

43 De esta forma el hombre se enriqueció y tenía grandes rebaños, junto con esclavos y esclavas, camellos y asnos.

 

GÉNESIS 90

 



CAPÍTULO 30  LÍA Y RAQUEL

Biblia Nacar-Colunga

Raquel, viendo que no daba hijos a Jacob, estaba celosa de su hermana, y dijo a Jacob: “Dame hijos o me muero.”

Airóse Jacob contra Raquel, y le dijo: “¿Por ventura soy yo Dios, que te he hecho estéril?”

Ella le dijo: “Ahí tienes a mi sierva Bala; entra a ella, que para sobre mis rodillas y tenga yo prole por ella.”

Diole, pues, su sierva por mujer, y Jacob entró a ella.

Concibió Bala y parió a Jacob un hijo,

y dijo Raquel: “Dios me ha hecho justicia, me ha oído y me ha dado un hijo”; por eso le llamó Dan.'

Concibió otra vez Bala, sierva de Raquel, y parió un segundo hijo a Jacob,

diciendo Raquel: “Luchas de Dios he luchado con mi hermana, y la he vencido”; por eso le llamó Neftalí.'

Viendo Lía que había dejado de tener hijos, tomó a Zelfa, su esclava, y se la dio por mujer a Jacob.

10 Zelfa, esclava de Lía, parió a Jacob un hijo, y Lía dijo:

11 “¡Qué buena fortuna!,” y le llamó Gad.

12 Parió Zelfa, esclava de Lía, un segundo hijo a Jacob;'

13 y dijo Lía: “Por dicha mía, pues las hijas me han hecho feliz,” y le llamó Aser.

14 Salió Rubén al tiempo de la siega del trigo, y halló en el campo unas mandrágoras, y se las trajo a Lía, su madre, y dijo Raquel a Lía: “Dame, por favor, de las mandrágoras de tu hijo.”

15 Lía le contestó: “¿Te parece todavía poco haberme quitado el marido, que quieres quitarme también las mandrágoras de mi hijo?” Y le dijo Raquel: “Pues que duerma esta noche contigo a cambio de las mandrágoras de tu hijo.”

16 Vino Jacob del campo por la tarde, y, saliéndole Lía al encuentro, le dijo: “Entra a mí, pues te he comprado por unas mandrágoras de mi hijo.” Y durmió con ella Jacob aquella noche,

17 y oyó Yahvé a Lía, que concibió y parió a Jacob el quinto hijo.

18 Y dijo Lía: “Dios me ha pagado mi merced por haber dado mi sierva a mi marido”; y le llamó Isacar.'

19 Concibió de nuevo Lía, y parió a Jacob un sexto hijo,

20 diciendo: “Dios me ha hecho un buen don; ahora mi marido morará conmigo, pues le he dado seis hijos”; y le llamó Zabulón.'

21 Después parió una hija, a la que llamó Dina.

22 Acordóse Dios de Raquel, la oyó y la hizo fecunda.

23 Concibió, pues, y parió un hijo, y dijo: “Dios ha quitado mi afrenta,”

24 y le llamó José, pues dijo: “Que me añada Yahvé otro hijo.”

25 Cuando Raquel parió a José, dijo Jacob a Labán: “Déjame irme a mi lugar, a mi tierra.

26 Dame mis mujeres, por las que te he servido, y me iré, pues bien sabes tú qué buen servicio te he hecho.”

27 Respondióle Labán: “Si he hallado gracia a tus ojos, yo sé por agüero que por causa tuya me ha bendecido Yahvé.

28 Fíjame tu salario y yo te lo daré.”

29 Contestóle Jacob: “Tú bien sabes cómo te he servido y lo que conmigo ha venido a ser tu ganado.

30 Bien poco era lo que antes tenías, pero se ha aumentado grandemente, y Yahvé te ha bendecido a mi paso. Ahora, pues, habré de hacer también yo por mi casa.”

31 Labán le dijo: “Dime qué es lo que he de darte.” “No has de darme nada — le contestó Jacob, sino hacer lo que voy a decirte, y volveré a apacentar tu ganado y a guardarlo.

32 Yo pasaré hoy por entre todos tus rebaños, y separaré toda res manchada o rayada entre los corderos y toda res manchada entre las cabras. Eso será mi salario.

33 Mi probidad responderá así por mí a la mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; todo cuanto no sea manchado entre las cabras y rayado entre los corderos, será en mí un robo.”

34 Y respondió Labán: “Bien, sea como dices.”

35 Pero aquel mismo día separó todos los machos cabríos manchados, todas las cabras manchadas y cuantas tenían algo de blanco, y entre los corderos todos los rayados y manchados, y así se los entregó a sus hijos,

36 haciéndoselos llevar a tres días de camino de donde estaba Jacob. Jacob siguió apacentando el resto del ganado de Labán.

37 Tomó Jacob varas verdes de álamo, de almendro y de plátano, y, haciendo en ellas unos cortes, las desdescortezaba, dejando lo blanco de las varas al descubierto.

38 Puso después las varas así descortezadas en los canales de los abrevaderos adonde venía el ganado a beber;'

39 y las que se apareaban a la vista de las varas, parían crías rayadas y manchadas.

40 Jacob separó el ganado, poniendo delante cuanto de rayado y manchado había en los rebaños de Labán, y puso su grey aparte, sin dejar que se mezclara con la de Labán.

41 Era cuando las reses vigorosas entraban en calor cuando ponía Jacob las varas a su vista en los abrevaderos, para que se apareasen ante las varas;'

42 pero ante las débiles no las ponía, y así las crías débiles eran las de Labán, y las fuertes las de Jacob.

43 Vino a ser Jacob rico en extremo, dueño de numerosos rebaños, de siervos y de siervas, de camellos y de asnos.

 

GÉNESIS 129

  Pero para poder estudiar bien las reacciones que tendrán y las alteraciones psicofísicas que estas reacciones provocarán, es necesario int...