Pero para poder estudiar bien las reacciones que tendrán y las alteraciones psicofísicas que estas reacciones provocarán, es necesario introducir dentro de sus cuerpos unos dispositivos que transmitan al laboratorio las señales correspondientes a los diversos parámetros que interesa conocer como varían. Primero se realizó esta operación con Eva y después con Adán. Y estando todavía Adán bajo los efectos de anestesia, traen a Eva al pie de su camilla y cuando despierta, lo primero que ve es a su compañera futura a la que será la madre de sus hijos.
Yahvé tiene dos magníficos ayudantes, uno de ellos llamado Gabriel (su hijo Ninurta), el cual es un defensor a ultranza de las ideas de Yahvé, el otro llamado Lucifer (su hermano Enki), tiene ideas diferentes y muchas de ellas chocan contra las de Yahvé y Gabriel. Con frecuencia tienen discusiones, especialmente lo concerniente a la educación de la nueva pareja, Adán y Eva, punto en el cual no logran ponerse de acuerdo. Yahvé y Gabriel consideran que los conocimientos que deben ir aportándoles a la nueva pareja deben ser escalonados y siempre guardando el secreto de cuál es su auténtico origen. En cambio Lucifer considera que se les debe decir la verdad de su origen para que ellos lo asuman.
Ajenos a este clima de controversia, nuestra pareja se desarrolla de acuerdo con los planes de Yahvé, pero Lucifer no está dispuesto a que esto continúe así y cuando encuentra el momento propicio coge a Eva, siempre al sexo femenino le pica más la curiosidad, y la introduce en el Centro de la Ciencia del Bien y del Mal, (nombre ficticio inventado por los escritores de la Biblia) en el cual están archivados, en el banco de datos, todo el proceso de creación y desarrollo de los dos.
Eva se queda con la boca abierta, asombrada, y se lo cuenta a Adán, convenciéndole para que vaya con ella y pedirle a Lucifer que les muestre de nuevo lo que ella ha visto, y mucho más, según le ha prometido Lucifer. Así el Eloha, Lucifer, a espaldas de Yahvé, va mostrándoles no sólo cómo fueron creados y cómo fueron educados a lo largo de su vida, sino su auténtico origen, mostrándoles mediante imágenes a las tribus terrícolas de las cuales proceden la mitad de sus genes.
Es entonces cuando Eva descubre que estas gentes llevan unas pieles que cubren ciertas partes del cuerpo y preguntan a Lucifer por qué llevan eso. Lucifer les explica que llevan esas pieles con el fin de ocultar sus órganos sexuales para no provocar la excitación de los demás, lo que causaría muchos problemas en la convivencia de la tribu y les demuestra que él mismo y todos los Elohim llevan también un vestido, aunque este sea absolutamente distinto del que utilizan estas gentes.
Les explica cómo dichas gentes, en especial, sienten vergüenza si son vistos desnudos por otros. Adán y Eva se sorprenden de esta revelación pues ellos jamás habían pensado en tal cosa, pues siempre han ido desnudos y si bien se veían diferentes a los Elohim concebían que era lógico puesto que eran seres distintos, los Elohim eran dioses. Fue después de esta revelación cuando paseando, Yahve por el jardín del Edén, Adán y Eva le oyen y se esconden, pues no quieren ser vistos desnudos. De esta forma descubre, Yahve que Lucifer no ha obedecido sus órdenes y ha descubierto a la nueva pareja aquellas cosas que él consideraba debían permanecer ocultas.
La indignación que siente Yahvé es indescriptible, pues todos sus planes se han venido abajo. Conociendo a Adán y Eva su procedencia auténtica, cuando él se le había ocultado, Su credibilidad ante ellos ha sido reducida a cero, razón por la cual ya nada puede hacer para reconducirles por el camino previsto. Por ello maldice a Lucifer, al que tacha de serpiente, expulsándole con sus seguidores. Expulsa también a Adán y Eva del recinto del Edén y hace que se les guíe a la tribu de la cual proceden. Es evidente que los hijos de Adán y Eva son educados en el centro de investigación y por tanto separados de los padres pues Yahvé alberga la esperanza de poder hacer con Caín y Abel lo que no ha conseguido con Adán y Eva, controlar todo su desarrollo y educarles de acuerdo con sus planes. Se les inculca la idea de que deben ser agradecidos con su creador, Yahvé, con el fin de que reconozcan su superioridad y así garantizar su influencia. Por ello le llevan presentes de las cosas que cosechan y cuidan. Esto crearía diferencias entre Caín y Abel, especialmente la indignación del primero que al recibir peor trato que Abel despertó la envidia de Caín, lo que provocó el fratricidio. El científico que lleva dentro a Yahvé por encima de todo, termina por aceptar el libre albedrío del nuevo ser terrícola, del híbrido, que si bien posee una desordenada inteligencia, también posee aún instintos bestiales. Por ello Yahvé protege a Caín a pesar de su crimen, para que Caín lave su culpa y se redima de su falta.
Esto escribí como Epílogo en mi análisis del Génesis que terminé en Enero de 1984, hace casi cuarenta años. En aquella época aún no había leído el libro de Sitchin llamado EL LIBRO PERDIDO DE ENKI que corresponde a la traducción de las tablillas sumerias, por eso veréis algunas diferencias interpretativas.
Ya he empezado a realizar un análisis del ÉXODO que tiene algunas cosas muy interesantes como las plagas de Egipto, el Arca de la Alianza, el Paso del Mar Rojo…cosas difíciles de explicar.
Gracias por haberme seguido hasta aquí.
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