lunes, 26 de junio de 2023

GÉNESIS 112

 




CAPÍTULO 42 BAJAN A EGIPTO LOS HERMANOS DE JOSÉ

Biblia Nacar-Colunga

1 Viendo Jacob que había trigo en Egipto, dijo a sus hijos: “¿Qué estáis ahí mirándoos unos a otros?
2 He oído decir que en Egipto hay trigo. Bajad, pues, allá para comprárnoslo, y vivamos, y no muramos.”
3 Bajaron, pues, diez de los hermanos de José a Egipto a comprar pan;'
4 a Benjamín, el hermano de José, no le mandó Jacob con sus hermanos por temor de que le sucediera alguna desgracia.
5 Llegaron los hijos de Israel con otros que venían también a comprar trigo, pues había hambre en toda la tierra de Canaán.
6 Como era José el jefe de la tierra y el que vendía el trigo a cuantos venían a comprarlo, los hermanos de José entraron y se postraron ante él rostro a tierra.
7 Al verlos, José los reconoció, pero disimuló, y les habló con dureza, diciéndoles: “¿De dónde venís?”; y ellos respondieron: “De la tierra de Canaán para comprar mantenimientos.”
8 Conoció José a sus hermanos, pero ellos no le conocieron a él.
9 Acordóse José de los sueños que les había contado, y les dijo: “Vosotros sois unos espías que habéis venido a reconocer las partes no fortificadas del país.”
10 Ellos le dijeron: “No, señor mío; tus siervos han venido a comprar mantenimientos;'
11 todos nosotros somos hijos del mismo padre; somos gente buena; no son tus siervos unos espías.”
12 El repuso: “No, sois unos espías que habéis venido a ver lo indefenso de la tierra.”
13 Ellos dijeron: “Eramos tus siervos doce hermanos, todos del mismo padre, en la tierra de Canaán; el más pequeño se quedó con nuestro padre, y el otro no vive ya.”
14 Insistió José: “Es lo que os he dicho: sois unos espías.”
15 Pero voy a probaros. Por la vida del faraón que no saldréis de aquí mientras no venga vuestro hermano menor.
16 Mandad a uno de vosotros a buscar a vuestro hermano, y los demás quedaréis aquí presos. Así probaré si lo que decís es verdad, y si no, por la vida del faraón que sois unos espías.”
17 Y les hizo meter a todos juntos en prisión por espacio de tres días.
18 Al tercero les dijo José: “Haced esto y viviréis, pues yo temo a Dios.
19 Si en verdad sois gente buena, que se quede uno de los hermanos preso en la cárcel donde estáis, y los otros id a llevar el trigo para remediar el hambre de vuestras casas,
20 y me traéis a vuestro hermano menor para probar la verdad de vuestras palabras, y no moriréis.”
21 Ellos se dijeron unos a otros: “Ciertamente somos nosotros reos de culpa contra nuestro hermano, a quien vimos con angustia de su alma pedirnos compasión, y no le escuchamos. Por eso ha venido sobre nosotros esta desventura.”
22 Rubén les dijo: “¿No os advertí yo, diciéndoos: No pequéis contra el joven, y no me escuchasteis? Ved cómo ahora se nos demanda su sangre.”
23 Ellos no sabían que José les entendía, pues él les había hablado por medio de intérprete.
24 Alejóse José llorando, y, cuando volvió, les habló, y eligió a Simeón entre ellos, y le hizo atar ante los ojos de los otros.
25 Mandó José que llenaran de trigo sus sacos, que pusieran en el de cada uno su dinero y les diesen provisiones para el camino, y así se hizo.
26 Ellos cargaron el trigo sobre los asnos y se partieron de allí.
27 Abrió uno de ellos el saco para dar pienso a su asno en el lugar donde pernoctaron, y vio que su dinero estaba en la boca del saco,
28 y dijo a sus hermanos: “Me han devuelto mi dinero; aquí está en mi saco.”Quedáronse estupefactos, y unos a otros se decían temblando: “¿Qué será esto que ha hecho Dios con nosotros?”
29 Llegaron a Jacob, su padre, a la tierra de Canaán, y le contaron cuanto les había sucedido:
30 “El hombre que es señor de aquella tierra nos habló duramente y nos tomó por espías de la tierra.
31 Nosotros le dijimos: Somos gente buena, no somos espías.
32 Eramos doce hermanos, hijos todos del mismo padre; uno ha desaparecido, el más pequeño está con nuestro padre en la tierra de Canaán.'
33 Y nos dijo el hombre, señor de la tierra: En esto sabré que sois gente buena: dejad aquí a uno de vosotros, tomad con qué atender a la necesidad de vuestras casas y partid;'
34 traedme a vuestro hermano pequeño; así sabré que no sois unos espías, sino gente buena. Entonces os devolveré a vuestro hermano y podréis recorrer la tierra.”
35 Cuando vaciaron los sacos, cada uno encontró el paquete de su dinero en la boca de su saco, y, al ver los paquetes de dinero, ellos y su padre se llenaron de temor.
36 Jacob, su padre, les dijo: “¡Vais a dejarme sin hijos! José desapareció, Simeón desapareció, y ¿vais a llevaros a Benjamín? Todo esto ha venido sobre mí.”
37 Rubén dijo a su padre: “Haz morir a mis dos hijos si yo no te devuelvo a Benjamín. Entrégamelo y yo te lo devolveré.”
38 El le contestó: “No bajará mi hijo con vosotros. Su hermano murió y no queda más que él. Si en el viaje que vais a hacer le ocurre una desgracia, haréis descender en dolor mis canas al sepulcro.”





Biblia Kadosh Israelita Mesiánica

1 Ahora Ya'akov vio que había grano en Mitzrayim; así que Ya'akov dijo a sus hijos: '¿Por qué se miran el uno al otro?
2 Miren,' él dijo, 'he oído que hay grano en Mitzrayim. Desciendan allá y compren un poco de allá para nosotros, ¡para que podamos mantenernos vivos y no muramos!'
3 Así, pues, los diez hermanos de Yosef descendieron para comprar grano de Mitzrayim,
4 excepto por Binyamin, el hermano de Yosef. Ya'akov no lo envió con sus hermanos, porque tenía temor que algo le podría suceder.
5 Los hijos de Yisra'el vinieron a comprar junto con los otros que vinieron, puesto que la hambruna se extendió a la tierra de Kenaan.
6 Yosef era gobernador sobre la tierra; él era quien vendía a toda la gente de la tierra. Ahora, cuando los hermanos de Yosef vinieron y se postraron delante de él en la tierra,
7 Yosef vio a sus hermanos y los reconoció; pero actuó hacia ellos como si él fuera un extraño y les habló ásperamente. El les preguntó: '¿De dónde son?' Ellos respondieron: 'De la tierra de Kenaan para comprar alimentos.'
8 Así que Yosef reconoció a sus hermanos, pero ellos no lo reconocieron a él.
9 Recordando los sueños que él había tenido acerca de ellos, Yosef les dijo: '¡Ustedes son espías! ¡Ustedes han venido para detectar las debilidades de nuestro país!'
10 'No, mi señor,' ellos respondieron, 'tus sirvientes han venido para comprar alimento.
11 Todos somos hijos de un hombre, somos hombres rectos; tus sirvientes no son espías.'
12 'No,' él les dijo a ellos, 'ustedes han venido a espiar las debilidades de nuestro país.'
13 Ellos dijeron: 'Nosotros, tus sirvientes, somos doce hermanos, los hijos de un hombre en la tierra de Kenaan; el menor se quedó con nuestro padre, y otro se ha ido.'
14 'Justo como dije,' respondió Yosef, '¡son espías!
15 Aquí está como pueden probar que no están mintiendo; como vive Faraón, ustedes no se irán a no ser que su hermano menor venga aquí.
16 Envíen a uno de ustedes, y que él traiga al hermano de ustedes. Mientras tanto ustedes estarán bajo custodia. Esto probará si hay alguna verdad en lo que ustedes dicen. De otra forma, como vive Faraón, ustedes de cierto son espías.'
17 Entonces él los puso a todos en prisión por tres días.
18 Al tercer día, Yosef les dijo a ellos: 'Hagan lo que yo digo, y permanezcan vivos, porque yo temo a Elohim.
19 Si ustedes son hombres rectos, dejen que uno de sus hermanos permanezca encarcelado en la prisión que ustedes están, mientras ustedes van y llevan grano de regreso para aliviar la hambruna en sus casas.
20 Pero tráiganme a su hermano menor. De esta forma sus palabras serán verificadas, y ustedes no morirán.' Así lo hicieron.
21 Ellos se dijeron el uno al otro: 'Nosotros somos de hecho culpables referente a nuestro hermano. El estaba afligido y nos rogaba; nosotros lo vimos y no quisimos escuchar. Por eso ahora ha venido esta aflicción sobre nosotros.'
22 Reuven les respondió: '¿No les dije: 'no hagan daño al muchacho'? Pero ustedes no quisieron escuchar. ¡Ahora viene la demanda por su sangre!'
23 Ellos no tenían idea que Yosef los entendía, puesto que un intérprete estaba traduciendo para ellos.
24 Yosef se apartó de ellos y lloró; entonces regresó y habló con ellos: ' El tomó a Shimeon de entre ellos y lo puso en prisión delante de sus ojos.
25 Luego ordenó que llenaran sus sacos de grano, que el dinero de todos los hombres fuera puesto de regreso en su saco y que le fueran dadas provisiones para el viaje. Cuando estas cosas fueron hechas para ellos,
26 cargaron el grano en sus asnos y se fueron.
27 Pero esa noche en el campamento, cuando uno de ellos abrió su saco para dar forraje a su asno, se percató de su dinero - allí estaba, justo dentro del saco.
28 El dijo a sus hermanos: '¡Mi dinero se me ha devuelto - aquí está, en mi saco!' A esto, sus corazones desmayaron; ellos se volvieron, temblando, el uno al otro, y dijeron: '¿Qué es esto que Elohim nos ha hecho a nosotros?'
29 Ellos regresaron a Ya'akov su padre en la tierra de Kenaan y le dijeron todo lo que les había pasado:
30 'El hombre, el señor de la tierra, nos habló ásperamente. Nos puso en prisión como espías de la tierra.
31 Nosotros le dijimos: 'Somos hombres rectos, no somos espías;
32 somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno se ha ido, y el menor se quedó con nuestro padre en la tierra de Kenaan.'
33 Pero el hombre, el señor de la tierra, nos dijo: ''Aquí está cómo yo sabré que ustedes son hombres rectos; dejen a uno de sus hermanos conmigo, tomen grano para aliviar la hambruna en sus casas y vayan de camino;
34 traigan a su hermano menor a mí. Por esto sabré que no son espías, sino hombres rectos; entonces yo devolveré a su hermano; y ustedes negociarán en la tierra.''
35 Luego, mientras vaciaban sus sacos, allí estaba la bolsa de dinero de cada hombre en su saco; y cuando ellos y su padre vieron sus bolsas de dinero, ellos tuvieron temor.
36 Ya'akov el padre de ellos les dijo: '¡Ustedes me han robado de mis hijos! ¡Yosef se ha ido, Shimeon se ha ido, ahora se están llevando a Binyamin - todo cae sobre mí!'
37 Reuven dijo a su padre: '¡Si yo no lo traigo pronto de regreso, puedes matar a mis propios dos hijos! Ponlo a mi cuidado; yo lo regresaré a ti.'
38 Pero él respondió: 'Mi hijo no descenderá contigo. Su hermano está muerto, y sólo queda él. Si algo le fuera a pasar a él mientras viaja contigo, tú harás descender mis canas al Sheol con dolor.

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