domingo, 19 de febrero de 2023

GÉNESIS 97






1 Al día siguiente se levantó Labán de mañana, besó a sus hijos y a sus hijas y los bendijo. Después se marchó para volverse a su lugar.
2 Jacob prosiguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios. (Mensajeros de Elohim)
3 Al verlos, dijo Jacob: “Este es el campamento de Dios” (Elohim); y por eso llamó a aquel lugar Majanayim. (Campamento)

No debía estar Yahvé/Jehová muy seguro del tipo de recibimiento que haría Esaú a su hermano Jacob cuando envía a sus mensajeros, sin duda para que protejan a Jacob aunque solo sea como elemento disuasorio.

No se especifica el número de mensajeros pero deduzco que deberían ser bastantes para que Jacob llegue a la conclusión de que aquel lugar es el campamento de los Elohim.

Como se verá tampoco Jacob sabe distinguir entre los Elohim a Yahvé/Jehová y por ello son llamados los ángeles, mensajeros o varones en las traducciones, aunque si estas dos palabras las sustituimos por la palabra Elohim, tal como recomienda Abe Sl. Kreutz (101) todo nos parecerá más claro y además respetaremos el texto hebreo.

Así Jacob llama al lugar Majanaím que quiere decir, precisamente, campamento de Elohim.

Jacob envía mensajeros –de su gente- para comunicar a su hermano que va a su encuentro, pero cuando de vuelta los mensajeros le dicen que Esaú viene a su encuentro con cuatrocientos hombres, Jacob se atemoriza y angustia (32,3-7), de donde se deduce que el número de hombres que le acompañaban, incluidos los Elohim, debían ser notablemente inferior a los cuatrocientos. De esta forma se comprende la estrategia que sigue para recibir a Esaú.

7 Los mensajeros volvieron, diciendo a Jacob: “Hemos ido a ver a tu hermano Esaú, y viene él a tu encuentro con cuatrocientos hombres.”
8 Jacob se atemorizó grandemente y se angustió; dividió en dos partes a los que le acompañaban, los rebaños, los ganados y los camellos, diciéndose:'
9 “Si encuentra Esaú una parte y la destroza, quizá pueda salvarse la otra”;'

A continuación Jacob hace una súplica a Yahvé para que le libre de la ira de su hermano, pero pensando que “A Dios rogando y con el mazo dando” prepara una serie de presentes para su hermano:

14 doscientas cabras y veinte carneros, doscientas ovejas y veinte corderos,
15 treinta camellas lecheras y sus crías, cuarenta vacas y diez toros, veinte asnas y diez potros.

Y envía a sus siervos para que hagan estos presentes a Esaú.

Jacob coge después a sus esposas, siervas e hijas para pasar el río Jordán por el lado de Jaboq y luego se quedó solo.

25 Quedóse Jacob solo, y hasta rayar la aurora estuvo luchando con él un hombre, el cual,
26 viendo que no le podía, le dio un golpe en la articulación del muslo, y se relajó el tendón del muslo de Jacob luchando con él.


Expongo estos versículos separados de los que siguen para llamar la atención sobre dos cosas: 1º No hay ninguna razón a priori por la que se produce esta lucha. 2º Quien en estos versículos lucha contra Jacob es un hombre, que después resulta ser un mensajero y posteriormente resulta ser un Elohim.

Trataremos de explicar estas cuestiones según nuestra óptica, para lo cual veamos primero las otras versiones y analicemos que dicen en estos versículos.

24 Y quedó Jacob solo: y luchó con él un varón, hasta que el alba subía.
25 Y como vio que no podía con él, tocó la palma de su anca; y la palma del anca de Jacob se descoyuntó luchando con él. BP


Ciertamente, ninguna de estas versiones nos aclara nada, pues hasta nos queda la duda de quien comenzó la pelea. Pero veamos la traducción de los Testigos de Jehová:

24 Por fin Jacob quedó solo. Entonces un hombre se puso a forcejear con él hasta ascender el alba.
25 Cuando llegó a ver que no había prevalecido contra él, entonces tocó el hueco de la coyuntura de su muslo; y el hueco de la coyuntura del muslo de Jacob se salió de su lugar mientras forcejeaba con él.


O la Kadosh Israelita Mesiánica:

24 y Ya'akov se quedó solo. Entonces un hombre luchó con él hasta el alba.
25 Cuando él vio que no había vencido a Ya'akov, golpeó a Ya'akov en el encaje de la cadera, así su cadera fue dislocada mientras luchaba con él.


Dicho de otra manera: Cuando Jacob se queda solo, vuelve a su tienda, después de haber dejado a sus esposas e hijos, al entrar en la tienda a oscuras, alguien se pone a forcejear con él. Lógicamente al tocar a ese alguien en la lucha, comprueba que es un hombre y por lo que vea en la penumbra. La lucha debía estar muy igualada, de manera que este hombre no logra vencer a Jacob por la fuerza y por ello recurre a la habilidad y conocimiento que posee del cuerpo humano, asestándole un certero golpe de manera que logra sacar la cabeza del fémur de su sitio.

Ahora podemos continuar con la narración: 27 El hombre dijo a Jacob: “Déjame ya que me vaya, que sale la aurora.” Pero Jacob respondió: “No te dejaré ir si no me bendices.”

Queda claro que “el hombre” no solo estaba harto de lucha sino que además no quería ser visto luchando con Jacob. Por otra parte, Jacob ha descubierto que no se trata de un hombre, sin duda al recibir el inteligente golpe. En este momento Jacob se ha dado cuenta de que está luchando con uno de los Elohim, por ello solicita su bendición, para asegurarse la supremacía sobre su hermano Esaú, es decir, la supervivencia y los derechos de primogenitura.

28 El le preguntó: “¿Cuál es tu nombre?” “Jacob,” contestó éste.
29 Y él le dijo: “No te llamarás ya en adelante Jacob, sino Israel, pues has luchado con Dios (Elohim) y con hombres y has vencido.”


Lo que traducido al “cristiano” quiere decir: Has luchado con Labán y con un representante/mensajero de los Elohim y has vencido. No olvidemos que Israel significa precisamente “El que lucha con Elohim”

Ahora es cuando podemos entender el porqué de esta lucha: los Elohim tratan de dar confianza a Jacob de su victoria sobre Esaú, pues le vieron muy asustado. Así le hacían anidar en su mente la idea: Si he vencido a un Elohim ¿Cómo no voy a vencer a Esaú? Aunque es muy discutible la victoria de Jacob.

De todas formas Jacob no se conforma y quiere saber como se llama el Elohim con el cual ha luchado, tal vez para saber si es el mismo Yahvé: 30 Rogóle Jacob: “Dame, por favor, a conocer tu nombre”; pero él le contestó: “¿Para qué preguntas por mi nombre?”; y le bendijo allí.

Sin duda el mensajero, no viendo forma de quitarse a Jacob de encima lo bendijo, accediendo a sus deseos y así se pudo marchar, aunque no le complació diciendo su nombre, puesto que esto carecía de importancia y él solo cumplía órdenes.

31 Jacob llamó a aquel lugar Peniel, pues dijo: “He visto a Dios (Elohim) cara a cara y ha quedado a salvo mi vida.”

Es evidente, que después de todo esto, Jacob sabía que no había luchado con Dios, ni con Yaahvé, sino con uno de los Elohim y que por tanto exclamaría “Vi a Elohim cara a cara y no he muerto. Como ya vimos en 16,13-14, los hebreos creían que si veían a los Elohim cara a cara morirían. Por eso llama al lugar Peniel que quiere decir “El rostro de Elohim”.

El pobre Jacob queda cojo de la lucha y por ello se dice en BKIM: 32 Por está razón, hasta este día, los hijos de Yisra'el no comen el músculo del muslo que pasa por el encaje de la cadera - porque el hombre golpeó a Ya'akov en el encaje de la cadera.

Aunque esto no es muy cierto pues la ley no hace mención.



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