Pero ¿Cómo
explicamos la lluvia de fuego y azufre?
“Toda la
región es insólitamente rica en termas, fuentes sulfhídricas, depósitos de
hidrocarburos, asfalto, betún y testimonios similares de la antigua intensidad
volcánica del valle del Jordán y las montañas circundantes de hasta 1400 metros
de altitud.
Todavía hoy
existe en la orilla sur del Mar Muerto
una fuente muy concurrido por extranjeros, que desprende un olor muy intenso a
ácido sulfhídrico. (84)
En cuanto a
la humareda que se formó, tenemos un hecho semejante ocurrido en julio de 1927,
cuando se produjo un terremoto en la parte nordeste del Mar Muerto, en las
inmediaciones de Zerka, donde se observaron las columnas de humo y los gases
escapados produjeron fuego en el aire y olor a azufre. (84)
Richard
Hennig explica así la cita del Génesis a la mujer de Lot:
“Es evidente
el fondo natural de esta historia. En la región sur del Mar Muerto, se levantan
rocas de sal de bizarro aspecto, cuya figura es cambiada una y otra vez por la
acción del viento y los agentes atmosféricos. Con un poco de imaginación, a
esas figuras rocosas se las puede encontrar parecidos con figuras de personas o
animales. Cualquiera de las rocas que tuviera algún parecido con una figura de
mujer, puede haber sido antiguamente el motivo para considerarla como la mujer
de Lot.” (85)
Expongamos
ahora otra de las hipótesis, ésta defendida por Mijaíl Agrest, insigne físico y
matemático. Según Agrest fue una nave extraterrestre la causante de la
catástrofe: “Los visitantes espaciales, obligados a deshacerse de una parte de
su combustible nuclear, lo habían hecho estallar tras haber alejado a los
habitantes de la zona.” (86) “En la lluvia de fuego y de azufre ardiente –dice
Agrest- vemos algo muy similar a los efectos de una explosión termonuclear. Si
los habitantes de Hirosima no hubieran sido tan evolucionados, con seguridad
habrían descrito de modo análogo la destrucción de su ciudad. El azufre arde
desprendiendo un calor elevadísimo y disuelve los cuerpos a los que se adhiere.
En cuanto a
lo sucedido a la mujer de Lot, Peter Kolosimo nos recuerda el fenómeno de
vitrificación del cemento armado tras el bombardeo de Hirosima y continúa: “La
mujer al quedarse parada, podía haber sido alcanzada por la “onda atómica” que
al barrer los vastos yacimientos de sal gema todavía existentes en aquella
zona, la habrían cubierto de finísimo polvillo, hasta convertirla precisamente
semejante a una estatua de sal.” (87)
Para las personas
que consideren imposible la existencia en aquella época, de armas tan
sofisticadas, propias de nuestro siglo XX, expondremos algunas referencias de
textos orientales donde se hacen descripciones insólitas.
Se dice en el
Musala Parva: “Fue un arma desconocida, un fulgor de hierro, un gigantesco
mensajero de muerte que redujo a cenizas todos los pertenecientes a la raza de
los Vrishnis y de los Andhukas. Los cadáveres abrasados era irreconocibles,
pelos y uñas se desprendían, la vajilla se rompía sin causa aparente, los
pájaros se tornaba blancos. En el transcurso de algunas horas, todos los
alimentos se volvieron nocivos…”
Y por otro
lado: “Cukra, volando a bordo de un vimana de alta potencia, lanzó sobre la
triple ciudad un proyectil solo cargado con la fuerza del Universo. Una
humareda incandescendente, semejante a diez mil soles, se levantó en todo su
esplendor…”
Como vemos,
estos relatos tienen mucha semejanza con el cargo que nos ocupa, con la
diferencia de que resultan más explícitos que el narrado en el Génesis. Pero
veamos que se dice en el Drona Parva:
“Lanzaron un
proyectil gigantesco que ardía con fuego sin humo, y una profunda oscuridad
descendió sobre los soldados y las cosas. Se levantó un viento terrible y nubes
de color de sangre cayeron hasta el suelo: la Naturaleza enloqueció y el Sol
giró sobre si mismo. Los enemigos caían como arbolillos destruidos por las
llamas, las aguas de os ríos hervían, y quienes se lanzaban a ellas en busca de
salvación morían míseramente. Los bosques ardían, elefantes y caballos
barritaban y relinchaban en su alocada carrera entre el fuego. Cuando el viento
hubo barrido el humo de los incendios, descubrimos miles de cadáveres reducidos
a cenizas…”
El “Arma de
Brahma” se describe así en el Dorna Parva:
“El hijo de
Drana lanzó el arma, soplaron fuertes vientos y el agua se desencadenó
arremolinándose contra la tierra. Fortísimos truenos aturdían a los soldados,
la tierra retemblaba, el agua se encrespaba y las montañas se hendían.” (88)
Después de la desazón que produce
imaginar estas armas destructoras, hemos de continuar con en el relato bíblico
que nos aporta algunos datos más: “27 Levantóse Abraham de mañana y fue al
lugar donde había estado con Yahvé,
28 y, mirando hacia Sodoma y Gomorra y
toda la hoya, vio que salía de la tierra una humareda, como humareda de horno.”
El versículo
28 de la B.Testigo de Jehová se expresa con algo más de claridad en lo
referente a la humareda: 28 Entonces miró abajo hacia Sodoma y
Gomorra y hacia toda la tierra del Distrito, y vio una escena. ¡Pues mire, humo
denso ascendía de la tierra como el humo denso de un horno de calcinación!
Otro dato que
consideramos importante es el que se nos da a continuación: “30 Más tarde Lot subió desde Zóar y
empezó a morar en la región montañosa, y sus dos hijas junto con él, porque le
dio miedo morar en Zóar. De modo que empezó a morar en una cueva, él y sus dos
hijas.”
Con todos
estos datos vamos a intentar elaborar una hipótesis.
Se nos hace
muy difícil deducir cual fue la razón de destruir estas ciudades y nos negamos
a creer que Yawhew/Jehová fuese capaz de matar a todas las personas que no
seguían sus principios, por lo que creemos que debieron ser avisados todos de
lo que iba a suceder. Unos se lo creerían y por tanto huirían y otros, en
cambio, se quedarían y por ello perecieron.
Si al igual
que nosotros en la actualidad, estos seres superevolucionados, disponían de
máquinas que funcionaban con energía nuclear, al igual que nuestras centrales
eléctricas, es natural que tuvieran residuos nucleares, con los cuales algo
había que hacer. Actualmente, los países nórdicos de Europa, incluida
Inglaterra, vierten sus residuos nucleares cerca de las costas gallegas de
forma que no sabemos que sucederá cuando esos bidones se rompan.
Cabe pensar
pues que , estos seres consideraron como mejor forma de quitarse de en medio
los residuos nucleares, explosionarlos en una zona donde se produjera el mismo
daño, mediante una bomba o cargas termonucleares de explosión controlada.
Deduzco que
eligieron aquel lugar, precisamente por estar en una hoya, con lo cual los
vientos esparcirían menos que en otro lugar la radioactividad ambiental,
producto de la explosión.
Que se trata
de una explosión controlada no cabe duda alguna, pues a Lot se le permite
refugiarse en Zoar, que debería estar a muy pocos quilómetros de Sodoma
–probablemente a menos de una hora de camino- aunque se le había recomendado
que huyera a las montañas, es decir, a las zonas altas.
Es lógico que
una operación de este tipo esté perfectamente planificada y por ello esté
previsto día y hora, por lo cual apremian a Lot a que se refugie, pues la hora
se acerca.
Los
“mensajeros” son los encargados de evacuar las ciudades de la zona y en su
momento avisar al centro de operaciones de que no existe impedimento alguno,
por ello le dicen a Lot que hasta que él no se refugie ”nada podrán hacer”.
Hemos de
darnos cuenta que absolutamente toda la narración de la Biblia, como cualquier
historia, está escrito bajo el punto de vista subjetivo del narrador y por
tanto, nada se puede tomar al pie de la letra, sino intentando situarnos en su
lugar para interpretar que es lo que nos quiere decir o mejor deducir que pudo
pasar realmente. Así entiendo que si bien existía gente depravada en Sodoma, no
lo eran absolutamente todos, al menos los niños, y observamos que a las mujeres
no se las menciona, pues se habla solo de los varones “desde el más joven hasta
el más viejo” que se agolpan rodeando la casa de Lot. Por otro lado, explicarle
a Lot las auténticas razones de la operación no habría servido de nada, puesto
que no lo habría comprendido; por eso se le expuso como motivo la depravación
de las gentes. Sin embargo si se le tuvo que explicar con claridad el alcance
de la explosión y como protegerse de ella; de ahí que luego sintiera miedo de
permanecer en Zoar y buscase refugio en una cueva de las montañas pues es donde
estaría más protegido de las radiaciones, emitidas por radiactividad provocada
por la explosión de la bomba termonuclear.
Nos
inclinamos a pensar en una bomba y no en cargas superficiales o subterráneas,
por considerar que en principio era más sencillo de resolver, y por otro lado
ateniéndonos al texto que dice “llovió azufre y fuego desde los cielos.”
Es evidente
que la explosión, aparte de destruir
absolutamente todo lo que pilló en su radio de acción, produjo un gran socavón
y por tanto a la acción de la bomba se unió la combustión de hidrocarburos,
asfalto, sulfhídricos, etc. existentes en el subsuelo tal como nos dice
Blanckenhosa, con cuyas opiniones estoy de acuerdo, añadiendo tan solo que, el
desencadenante del terremoto fue la explosión de una bomba termonuclear.
YO ENCUETRO TODO SUPER INTERANTEM GRACIAS
ResponderEliminarMuchas gracias amiga Hilda. Me satisface que te guste.
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