domingo, 4 de diciembre de 2022

GÉNESIS 34





CESA EL DILUVIO

Génesis 8 - Biblia Nacar-Colunga

1 Acordóse Dios de Noé y de todas las fieras y bestias que con él estaban en el arca, e hizo Dios pasar un viento sobre la tierra y comenzaron a menguar las aguas.

2 Cerráronse las fuentes del abismo y las compuertas del cielo, y cesó la lluvia de los cielos,

3 y las aguas iban menguando poco a poco sobre la haz de la tierra; comenzaron a bajar al cabo de ciento cincuenta días."

4 El día veintisiete del séptimo mes se asentó el arca sobre los montes de Ararat.

5 Siguieron menguando las aguas hasta el mes décimo, y el día primero de este mes aparecieron las cumbres de los montes.

6 Pasados cuarenta más, abrió Noé la ventana que había hecho en el arca,

7 y, para ver cuánto habían menguado las aguas, soltó un cuervo, que volando iba y venía mientras se secaban las aguas sobre la tierra.

8 Siete días después, para ver si se habían secado ya las aguas sobre la haz de la tierra, soltó una paloma,

9 que, como no hallase dónde hacer pie, se volvió al arca, porque las aguas cubrían todavía la haz de la tierra. Sacó él la mano y, agarrándola, la metió en el arca.

10 Esperó otros siete días, y al cabo de ellos soltó otra vez la paloma,

11 que volvió a él a la tarde, trayendo en el pico una ramita de olivo. Conoció por esto Noé que las aguas no cubrían ya la tierra;"

12 pero todavía esperó otros siete días, y volvió a soltar la paloma, que no volvió más a él.

13 El año seiscientos uno, en el primer mes, el día primero de él, comenzó a secarse la superficie de la tierra, y, abriendo Noé el techo del arca, vio que estaba seca la superficie de la tierra.

14 El día veintisiete del segundo mes estaba ya seca la tierra.

15 Habló, pues, Dios a Noé, y le dijo:

16 “Sal del arca tú y tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos contigo.

17 Saca contigo también a todos los animales de toda especie, aves, ganados, y todos los reptiles que se arrastran sobre la tierra; llenad la tierra, procread y multiplicaos sobre ella.”

18 Salió, pues, Noé con sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos,

19 y salieron también todas las fieras, ganados, aves y reptiles que se arrastran sobre la tierra, según sus especies.

20 Alzó Noé un altar a Yahvé y, tomando de todos los animales puros y de todas las aves puras, ofreció sobre el altar un holocausto.

21 Y aspiró Yahvé el suave olor, y se dijo en su corazón: “No volveré ya más a maldecir a la tierra por el hombre, pues los deseos del corazón humano, desde la adolescencia, tienden al mal; no volveré ya a exterminar cuanto vivo hice sobre la tierra."

22 Mientras dure la tierra, habrá sementera y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche.”



Capítulo 8 Biblia Kadosh Israelita-Mesiánica



1 Y Elohim se acordó de Noaj, de toda bestia salvaje y todo animal de crianza, y todas las

criaturas que vuelan, y todas las cosas que se arrastran, tantas como había con él en el arca, y Elohim causó un viento pasar por sobre la tierra, y el agua se quedó.

2 También las fuentes del abismo y las ventanas del cielo fueron cerradas, la lluvia del cielo fue restringida,

3 y el agua regresó de completamente cubrir la tierra. Fue después de 150 días que el agua bajó.

4 En el vigésimo séptimo día del séptimo mes el arca vino a reposar en las montañas del Ararat

5 El agua siguió bajando hasta el décimo mes; en el primer día del décimo mes las cumbres de las montañas fueron vistas.

6 Después de cuarenta días Noaj abrió la ventana del arca que él había edificado;

7 y envió afuera al cuervo para ver si el agua había cesado, el cual voló y no regresó hasta que el agua fue seca de la tierra.

8 Luego él envió una paloma para ver si el agua se había ido de la superficie de la tierra.

9 Pero la paloma no encontró lugar para que sus patas descansaran, así que ella regresó a él

en el arca, porque el agua todavía cubría la tierra. El la puso en sus manos, la tomó y la trajo a él en el arca.

10 Esperó otros siete días y de nuevo envió la paloma desde el arca.

11 La paloma vino a él al anochecer, y allí en su pico había una hoja de olivo, una ramita en su boca, así que Noaj supo que el agua había cesado de sobre la tierra.

12 El esperó aún otros siete días y envió la paloma, y ella no regresó más a él.

13 Para el primer día del primer mes del año 601 de la vida de Noaj el agua había
menguado de la tierra; y Noaj removió la cubierta del arca cual él había hecho, y vio que el agua había menguado de la faz de la tierra.

14 Fue en el vigésimo séptimo día del segundo mes que la tierra estaba seca.

15 Y YAHWEH Elohim habló a Noaj, diciendo:

16 "Salgan del arca, tú, tu esposa, tus hijos y las esposas de tus hijos contigo.

17 Traigan con ustedes toda carne que tienen con ustedes –criaturas que vuelan, animales de crianza, y toda cosa que se arrastra en la tierra – para que ellos puedan proliferar en la tierra, ser fructíferos y multiplicarse en la tierra."

18 Así que Noaj salió con sus hijos, su esposa y las esposas de sus hijos,

19 todos los animales, toda cosa que se arrastra y toda criatura que vuela, lo que se moviera en la tierra, conforme a sus familias, salieron del arca.

20 Noaj edificó un altar a YAHWEH. Entonces tomó de todo animal limpio y de toda
criatura que vuela limpia, y ofreció ofrendas quemadas en el altar.

21 YAHWEH olió el aroma dulce, y YAHWEH consideró, y dijo: "Yo nunca jamás maldeciré la tierra a causa de los hombres, puesto que las imaginaciones del corazón de la persona son torcidas desde su juventud; Yo no destruiré jamás toda criatura viviente como he hecho.

22 Todos los días de la tierra, no cesará el tiempo de la siembra y de la cosecha, frío y calor, verano y primavera, y día y noche."


Dicen los textos sumerios:

Ninagal, nombrado por Enki, dirigió la embarcación hacia los picos gemelos de Arrata, hizo una vela para ella, hacia el Monte de la Salvación llevó la embarcación.

Ziusudra liberó a las aves que había a bordo para que buscaran tierra firme, soltó a una golondrina y un cuervo; ambos volvieron a la embarcación. Dejó salir a una paloma ¡y volvió a la embarcación con una ramita de un árbol!

Ahora sabía Ziusudra que la tierra firme había emergido de debajo de las aguas. Unos cuantos días más y la embarcación se detuvo en unas rocas. Abriendo la portezuela hermética, Ziusudra salió de la embarcación; el cielo era claro, el sol brillaba, soplaba un suave viento.

Llamó a a su familia para que salieran y dieran gracias al señor Enki, para lo cual construyó un altar, hizo fuego con incienso aromático y ofreció una oveja sin mancha en sacrifico.

Enlil comunicó con Enki desde su barco celestial para indicarle que descendiera al pico Arrata y así lo hicieron. Al salir de las naves Enlil quedó desconcertado con el olor del fuego y de la carne asada.

¡Que es eso? Le gritó a su hermano ¿es que ha sobrevivido alguien al Diluvio?

¡Vamos a ver! Le respondió Enki dócilmente.

En sus Torbellinos fueron volando al otro pico de Arrata, vieron la embarcación de Ziusudra, aterrizaron junto al altar que este había construido. Cuando Enlil vio a los supervivientes, Ninagal entre ellos, su furia no tuvo límites. ¡Todo terrestre tenía que perecer! Gritó con furia; se abalanzó sobre Enki iracundo, estaba dispuesto a matar a su hermano con las manos desnudas.

¡Él no es un simple mortal, es mi hijo! Gritó Enki señalando a Ziusudra.

Discutieron los dos hermanos sobre el juramento y como Enki no había roto el mismo gracias al ardid de hablar a la pared.

¡Debe ser la voluntad del Creador de Todo que sobreviva la Humanidad! Dijo Ninurta a su padre. Ninmah dijo ¡Juro que nunca se repetirá la aniquilación de la Humanidad!

Ablandándose Enlil tomó las manos a Ziusudra y a Emzara, su esposa, y le bendijo:

¡Fructificad y multiplicaos y poblad la Tierra!

Así terminaron los tiempos de Antaño.

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