miércoles, 9 de noviembre de 2022

GÉNESIS 5






"En aquel tiempo, la atmósfera no era en modo alguno la que hoy nos deleita. Por el contrario, era tal que no podía permitir el desarrollo de ninguna forma de vida: habría bastado su temperatura, altísima, para causar la muerte instantánea de cualquier criatura superior que se hubiese encontrado accidental­mente en ella..."

"Cuando a consecuencia del progresivo enfriamiento de la esfera, la temperatura descendió a los 374 grados Celsius (la llamada "temperatura crítica" del agua), llovió por primera vez, pero sin interrupción: no menos de una séptima parte del vapor acuoso contenido en la atmósfera primordial cayó sobre la Tierra en el curso de continuas y espectaculares precipitaciones, las cuales, al llenar barrancos y abismos, engendraron las extensio­nes marinas."

Tras este primer diluvio, la Tierra empezó a mostrar, aproximadamente, lo que sería su rostro. Pero no había vida sobre las grandes extensiones del tercer planeta solar. Por lo demás, se trataba de extensiones mucho mayores, sin duda, que las actuales (que apenas representan el 29% de la superficie del Globo), pero siempre en proporciones muy modestas respecto a la superficie marina."

"Hay quienes sostienen que el líquido elemento envolvió en otro tiempo todo el Globo. Con el enfriamiento de este último, se contrajo la corteza terrestre, y el agua se concentró -siempre según la hipótesis que acabamos de esbozar- en las grandes cavidades del suelo subyacente, disgregando sus componentes, reduciéndoles a arena y depositándolos, como los primeros sedimentos, sobre el gneis y los esquistos primordiales."

"Los enormes cataclismos de aquella época provocaron pavorosas convulsiones: la cálida corteza del planeta se contrajo, se hundió y se levantó, creando así los primeros paisajes de la Tierra que, sin embargo, están lejos aún de ser los definitivos. Las aguas torrenciales que corrían sobre estos relieves "provisionales" se acumularon en los valles y en las anfractuosidades del suelo, fueron expulsadas de allí por nuevas tempestades y depositaron otro estrato sobre el anterior. Nacieron así gigantescos ríos, enormes lagos, que cambiaron varias veces de aspecto, en un cuadro fantasmagórico y terri­ble..."

Esta teoría pertenece -nos cuenta Peter Kolosimo- al astrónomo inglés James Jeans y su compañero Jeffreys, de quienes ya hemos hablado anteriormente.

El Popol Vuh nos narra la creación de nuestro planeta de la forma siguiente:


Y crearon la Tierra. La verdad es que crearon la Tierra.
<<¡Tierra!>> dijeron. Y al instante fue creada.

Entre la niebla, nubes y polvo se consumó la Creación, y los montes se elevaron de las aguas, y los montes crecieron...

Como vemos, también la Biblia Maya concuerda con los científicos, aunque pretenda que la Tierra se crease en un instante.


En Génesis 2,4-7 vuelve a repetirse la narración de la creación aunque lo hace de otra forma, con otro estilo literario, pero en cierta manera más explícito, pues dice: "Al tiempo de hacer Yavé Dios la Tierra y los cielos, no había aún arbusto alguno en el campo, ni germinaba la tierra hierbas, por no haber todavía llovido Yavé Dios sobre la Tierra, ni haber todavía hombre que la labrase, ni vapor acuoso que subiera de la tierra para regar toda la superficie cultivable"



También encontramos un cambio "especial"; ya no se llama al Creador, solo Elohim, como en el capítulo 1 sino Yavé-Elohim, (Ya­vé Dios) que es tanto como decir "Yavé de los Elohim", personifi­cando en uno concreto y, cuando ya sea muy conocido se le llamará solo Yavé que es a partir del capítulo 4.

Una nota en la BC dice que estos cambios son para indicarnos que es siempre el mismo Dios, tesis que no puedo compartir, con todo mi respeto para el autor de estas notas y para la Iglesia Católica. Cuando lleguemos a los pasajes de Abraham, capítulos 16, 18, etc. demostraré, basándome en la propia narrativa, como ni los personajes ni el autor sagrado, tienen una idea clara de quien es Yavé/Jehová, ni siquiera le reconocen entre los Elohim.

No obstante, esto no quita, a mi modo de ver, valor alguno a la narrativa, ni por tanto a la verdad histórica de los hechos, pero si considero que el Creador del Universo es un ente absolutamente distinto de Yavé Dios o simplemente Yavé.

Por supuesto que Yavé, a los ojos de aquellas gentes tenía que ser Dios, dados sus altos poderes. Es posible incluso, que a nuestros ojos de hoy también nos pareciera Dios, pues sin duda alguna su poder debía ser inimaginable para nuestras mentes, pero debo ser sincero conmigo mismo y con el lector, por tanto debo expresar mi opinión y esta es que la Creación, al menos hasta el "día" quinto  fue realizada por la "fuerza activa de Dios", es decir, por la "energía Fundamental" y el programa cuántico que impulsó la macroexplosión y que sin duda estuvo, está y estará inmersa en todo cuanto existe; hizo, hace y hará que la materia y la energía, la energía y la materia (pues tanto monta...) cumplan unas leyes que les permite organizarse y evolucionar, o producir unos efectos determinados o predeterminados, sepamos o no interpretar sus causas. A esa "FUERZA" yo le llamo Creador del Universo para no confundir con los diferentes conceptos que acompañan a la palabra Dios, mas a Yavé solo puedo llamarlo dios.

14 Elohim dijo: "Sean las luces en el firmamento del cielo para dar luz sobre la tierra, para dividir el día de la noche; sean por señales para estaciones, días y años; 
15 y sean para luces en el firmamento del cielo para dar luz a la tierra"; y así es como fue. 
16 Elohim hizo dos grandes luces – la mayor para regir el día y la luz menor para regir la noche – y las estrellas. 
17 Elohim las puso en el firmamento del cielo para dar luz a la tierra, 
18 para regir sobre el día y sobre la noche, y para dividir la luz de la oscuridad; y Elohim vio que era bueno. 
19 Así que fue la noche, y fue la mañana, un cuarto día.

#7 Esto cual viene a decirnos que, después de formarse la Tierra -¿los planetas en general?- y producirse la vida vegetal, se constituyó el Sol y todas las estrellas, que comenzaron a emitir luz de tal forma que "sirvie­ron de señales a estaciones, días y años"

Pasemos ahora a informarnos de que forma se estudian las estrellas y cuales son las opiniones de nuestros investigadores, para lo cual recurriré especialmente a J.José Abad (16)

El método utilizado para la clasificación de estrellas, es el de la condición espectral de las mismas y, la diferencia espectral es producto de las diferencias de temperatura.



RUSSELL y HERTZSPRUNG dedujeron el siguiente principio:

"Si el brillo inherente o luminosidad de las estrellas se representa en un gráfico en relación con sus respectivos tipos y, ordenadas de acuerdo con su temperatura, casi el 90 % de todas las estrellas está comprendido dentro de una estrecha franja que ha sido llamada "serie principal".



FRANK SCHLESINGE decía en 1909:

"Si el eje de rotación de una estrella es perpendicular a la visual del observador, en tal caso las líneas espectrales de la luz del lado de la estrella que se mueve hacia el observador, serán desviadas en una dirección y la luz del lado opuesto lo será en sentido contrario. El efecto resultante es un engrosa­miento de las líneas del espectro en la luz combinada proveniente de la estrella".



En 1931 Otto Struve y Christian T. Elvey, consiguieron determinar si existía alguna relación entre la proporción de giro y las restantes características de una estrella:

"Las estrellas de temperatura más elevada, giran más rápidamente y en consecuencia, su momento de inercia es mayor; por el contrario, las estrellas más frías giran tan lentamente, que su velocidad de rotación resulta virtualmente imperceptible. Lo más extraordinario es lo abrupta que resulta la relación de rotación entre las estrellas rápidas y lentas.

Las estrellas más frías son lentas; las más calientes son rápidas.

En algunas de las estrellas que figuran al final del catálogo de los grupos calientes, la velocidad periférica de los puntos del ecuador oscila entre 250 y 500 km./seg. , completando una revolución en cuestión de horas."

El Sol es una estrella que gira solo a 2 km./s; un punto de su ecuador invierte 25 días en una rotación completa.

De estos datos y del estudio de las estrellas lentas varios sabios como Struve, Friedrich Wilhelm, Harrison Brown y otros llegan a la conclusión de que hay millones de sistemas planeta­rios y por tanto en algunos de ellos debe haber vida.



Su-Shu-Huang de la provincia de Kiang Su (China) nació en 1915. Se fue a los EE, UU. en 1947 donde se doctoró en Astrofísica y pasando luego a trabajar en la NASA.

Elaboró una tesis para intentar explicar las diversas categorías de estrellas y estas son sus conclusiones:


"Dos factores son los que determinan la naturaleza de una estrella al nacer: el momento angular o cinético por cada tonelada de gas y polvo en la nube de donde se originaba la estrella y la cantidad total de materia disponible en la nube para la formación de ella. Si hay una gran cantidad de material y un momento angular moderado, la materia prima se concentra en una estrella de grandes dimensiones y de rotación rápida. Si en tal situación hubiese menos material disponible, la estrella formada sería menor, resultando un planeta que giraría con más lentitud. Si al principio, hubiera gran cantidad de momento angular, el sistema resultante comprendería dos o más estrellas.

La auténtica naturaleza de las estrellas se ha descrito de la siguiente forma:

"No se trata de la pista por la que se desarrollan las estrellas pasando de un estado a otro, sino más bien de su "hogar" donde permanecen la mayor parte de su existencia. Una estrella individual no altera nunca su posición en la serie principal. Su situación queda predeterminada por su masa, la que a su vez, determina la luminosidad, temperatura, tipo espectral y longevidad de la estrella. La serie principal es el hogar de la estrella mientras el hidrógeno sea su combustible, elemento este que es convertido en helio por una reacción termonuclear. El hecho de que ésta es sin duda alguna, la etapa más larga en la vida de una estrella, explica que el 90 % de las estrellas conocidas se encuentran incluidas en la serie principal.

"Una estrella se mueve dentro de la serie principal cuando su calor interno y presión, motivados por aumento de material, son suficientes para empezar a inflamar el hidrógeno. Su permanencia en dicho lugar cesa una vez consumido el suministro de hidrógeno al núcleo y una vez interrumpido el flujo de calor, aquel se contrae. El hidrógeno de la parte exterior de la estrella, empieza luego a "quemar", produciéndose las reacciones que convierten el helio en carbono a causa del aumento de temperatura y presión. La estrella se hincha luego convirtiéndose en "gigante" o "supergigante", aumenta progresivamente su temperatura y brillo y, probablemente, destruye todos los vesti­gios de la vida a su alrededor".

Luego para que exista vida en algún planeta del sistema, la estrella debe permanecer en la "serie principal".

Se calcula a la Tierra una antigüedad de 4600 millones de años. Un tercio fue necesario para producir la evolución de los productos químicos que al fin generaron la vida.

Dice Huang: Las estrellas mayores, queman su hidrógeno tan rápidamente que algunas de ellas solo permanecen en la serie principal unos cuatro millares de años. Por el contrario, las estrellas pequeñas, del otro extremo de la escala, permanecen en la serie por espacio de unos 100.000 millones de años. Sin embargo, estas pequeñas estrellas son tan tenues, que únicamente puede contarse con una zona muy estrecha alrededor de ellas donde la temperatura se mantiene dentro de los límites apropiados para permitir el desarrollo de vida del tipo que conocemos. Esta zona habitable de alrededor de la estrella grande e incandescente, es mucho más amplia y profunda por encontrarse muy alejada de ésta. Cuanto más extensa es esta zona, tanto mayor es la posibilidad de que allí se halle por lo menos un planeta cuya órbita se encuentre enteramente dentro de ella.

Las estrellas de mayor tamaño que se encuentran en la llamada "serie principal" están dotadas de "zonas de habitabili­dad" grandes, pero la duración de las estrellas es breve; en el otro extremo las estrellas pequeñas solo cuentan con zonas habitables reducidas, mientras que su existencia es mucho más larga. Afortunadamente las estrellas pequeñas son de giro más lento, por lo que es probable tengan planetas girando a su alrededor.

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