jueves, 17 de noviembre de 2022

GÉNESIS 14

 





Siguiendo con la narración del libro sumerio:


¿Le pondrás un nombre? ¡Es un ser, no una criatura! Dijo Enki.

¡Le llamaré Adamu! Dijo Ninmah. ¡El Que Como Arcilla de la Tierra Es, ese será su nombre.

En vista del éxito, pensaron en el procedimiento a seguir para “fabricar” más humanos y por tanto necesitaban más matrices y Ninmah habló con sus enfermeras, haciéndoles saber que no era una obligación y siete aceptaron la tarea. Así que repitieron el procedimiento en los recipientes de arcilla pero con la esencia de Adamu, además hizo una incisión en las partes masculinas de Adamu para dejar salir una gota de sangre y les implantaron los óvulos fecundados. Así en el tiempo previsto se produjeron los partos y nacieron siete terrestres varones, sus rasgos eran adecuados y emitían buenos sonidos.

En vista del buen resultado pensaron en usar otras siete enfermeras-heroínas para “fabricar” otros siete trabajadores primitivos, pero consideraron que para tener el número de Trabajadores Primitivos iban a necesitar demasiadas heroínas. Así pues llegaron a la conclusión de que debían hacer hembras para parejas de los varones y que entre ellos se dedicaran a procrear.

En esta ocasión Enki decidió que fuese su esposa Ninki quien fuera la matriz para procrear a la hembra compañera de Adamu. Hablaron con Ninki y ella aceptó. Siguiendo el procedimiento se le implantó el óvulo y llegado el décimo mes como no nacía hubo que practicar una cesárea. Y, efectivamente era una hembra perfecta.

Enki preguntó a su esposa si le pondría nombre pero al final él dijo ¡Ti-Amat será su nombre, la Madre de la Vida! Será llamada como el planeta de antaño, del cual se forjaron la Tierra y la Luna.

Después de nacer Ti-Amat, puso Nimah en siete recipientes de arcilla óvulos de hembras bípedas, extrajo la esencia vital de Ti-Amat y la insertó en los recipientes, se hizo la mezcla en cada uno de ellos y se implantaron fertilizados en las matrices de las heroínas. Se siguieron todos los pasos y se obtuvieron siete hembras. Así ya tenían siete parejas, y además Adamu y Ti-Amat, serían protegidos de los duros trabajos de las excavaciones y les llevaron a Edin para que los vieran los Anunnaki. Se les construyó una morada para ellos y que pudieran deambular por allí.

Desde todos los puntos fueron los Anunnaki y los Igigi a verlos y estaban expectantes.

Esperaron a que alcanzaran la madurez y vigilaron los apareamientos y la sorpresa fue que no hubo concepción alguna.

Se llevaron un gran disgusto y decidieron analizar el ADN y vieron que tenía solo veintidós cromosomas:¡no incluían la capacidad de procrear!

Vieron que Adamu y Ti-Amat no tenían el cromosoma necesario y Ningishzida, que era el experto en estos temas, propuso una solución. Así que hicieron salir a la heroínas que ayudaban a Ninmah, cerraron las puertas y se quedaron los tres a solas con los dos Terrestres.

Ningishzidda hizo descender un profundo sueño sobre los otros cuatro, a los cuatro hizo insensibles ( les anestesió).

De la costilla de Enki extrajo la esencia vital, en la costilla de Adamu insertó la esencia vital de Enki. De la costilla de Ninmah extrajo la esencia vital que puso en la costilla de Ti-Amat. Allí donde se hicieron las incisiones, Ningishzidda cerró la carne después. Posteriormente los despertó.

¡Al Árbol de la Vida de ellos se le han añadido dos ramas, con fuerzas procreadoras se han entrelazado ahora sus esencias vitales!

Estas frases recuerdan al Génesis cuando presuntamente Yahve hace a Eva de una costilla de Adán.

21 Entonces YAHWEH Elohim trajo un trance sobre Adam, y él durmió, y El tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar de donde había tomado la costilla.

22 De la costilla que YAHWEH Elohim había tomado del hombre, El hizo una persona mujer; y El la trajo a la persona hombre.

 ¡Como se desvirtúan las cosas cuando se copia mal!

Continuando con la narración sumeria los genetistas dicen:

Dejémosles vagar libremente, que se conozcan entre si como una sola carne!

En los huertos del Edin se puso a Adamu y a Ti-Amat para que vagaran libremente. Tomaron conciencia de su desnudez, se hicieron conscientes de su virilidad y su femineidad. Ti-amat se hizo un mandil de hojas, para distinguirse de las bestias salvajes,

Enlil paseaba por el huerto con el calor del día, disfrutaba de las sombras. Se encontró con ellos y vio los mandiles con los que se cubrían.

¿Qué significa esto? Preguntó Enlil; Enki se lo explicó.

Enlil se enfadó mucho porque se oponía a actuar como creadores.

¡Ahora les has dado a estas criaturas las últimas porciones de nuestra esencia vital, para que sean como nosotros en el conocimiento de la procreación, quizás para conferirles a ellos nuestros ciclos vitales!

Ningishzidda le dijo: ¡Han recibido el conocimiento de la procreación, pero no se les ha dado la rama de la Larga Vida en su árbol esencial!

Pues entonces que estén todos donde se les necesita, dijo Enlil furioso, ¡Al Abzu, lejos del Edin, sean expulsados!



Aquí vemos claramente que Enlil es el Yahweh bíblico y Enki es el demonio en forma de serpiente porque la cadena de ADN tiene forma de dos serpientes entrelazadas. Solo que aquí los significados están claros, cosa que no ocurre en la Biblia.


Ti-Amat tuvo gemelos, hijo e hija, y se desarrollaron rápidamente. Para cuando Adamu y Ti-Amat tuvieron más hijos e hijas, los primeros ya estaban procreando por si mismos. Antes de que pasara un Shar de Nibiru ( un año nibiruano, 3600 años terrestres) los terrestres estaban proliferando y como estaban dotados de entendimiento, entendían los mandatos y trabajaban duro, con sus raciones de comida, no se quejaban de calor ni de polvo, no refunfuñaban y así los Anunnaki se vieron liberados de las penurias del trabajo y Nibiru iba sanando su atmósfera con el oro de la Tierra.

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