jueves, 17 de noviembre de 2022

GÉNESIS 13




21 Entonces YAHWEH Elohim trajo un trance sobre Adam, y él durmió, y El tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar de donde había tomado la costilla.
22 De la costilla que YAHWEH Elohim había tomado del hombre, El hizo una persona mujer; y El la trajo a la persona hombre.
23 Y Adam dijo: Este es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ella será llamada mujer [Hebreo: ishah], porque ella fue sacada de su hombre [Hebreo: ish]."

Como puede verse, es evidente que Yahwéh realiza una interven­ción quirúrgica, para lo cual duerme a Adán; como es lógico, debe anestesiarle para realizar esta operación. Una vez estirpada la costilla cierra la carne, en su lugar. ¡No iba a dejarle una abertura en el cuerpo!

Cuando Adán despierta ve ante sí a una mujer de su mismo aspecto, de su misma raza y esto hace exclamar a Adán: "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne..."(2,23). Esto es, una hembra a su medida.

Naturalmente, tenía que exclamar esto, pues antes Yavé había querido contentar a Adán presentándole a los animales que le hacían compañía en el Edén, lo cual no satisfizo plenamente a Adán.

Por otro lado cabe pensar, que Adán debía haber visto mujeres, pero no eran de su raza, sino pertenecientes a la tipología de Yahwéh, por tanto inalcanzables y hacia las cuales sentiría, lo mismo que sentía hacia Yahwéh, su creador: admiración, sumisión. No en vano, todos los habitantes del Edén que Adán conocía, eran ayudantes de Yahwéh, los Elohim. Adán era "el proyecto", "el experimento" más preciado de la colonia del Edén.

Al intervenir quirúrgicamente a Adán, Yahwéh le saca una costilla, pero esta costilla ¿sirvió para hacer a Eva? Indudable­mente no; Eva fue creada de forma simultánea a Adán y de la misma forma, pero hasta este preciso momento Adán no había visto a Eva, no sabía de su existencia, seguramente ni siquiera había sentido la necesidad sexual. Había estado entretenido en labrar, sembrar, domesticar animales... Se había estado preparando para en su día, enseñar a los demás y dirigir una comunidad y por ello se sentía a gusto hasta que se despertó su necesidad sexual y, Yahwéh al cerciorarse de ello, le presenta a Eva, una mujer híbrida como él, con sus mismos perfeccionamientos, con la cual se identifica plenamente.

Entonces ¿para qué le extirpa una costilla?

Puesto que Yahwéh no le presenta la mujer hasta después de la intervención quirúrgica, cabe pensar que esta operación era de gran importancia, para lo que iba a venir después y, engaña a Adán diciéndole que de esa costilla suya ha sido hecha Eva.

Sabemos que en la actualidad, se han hecho experimentos con parejas humanas, con el fin de comprobar que cambios se producen en las constantes vitales mientras se realiza el acto sexual, tales como presión sanguínea, pulsaciones del corazón, etc.

Para ello, lógicamente es necesario colocar a la pareja los sensores correspondientes que nos permitan recoger estos datos, pero estos sensores se colocan en la parte exterior del cuerpo y mediante cables se unen a los instrumentos correspondientes en los cuales serán observables estas constantes. Ahora bien, si dispusiéramos de unos sensores tales que situados en el interior del cuerpo y con un diminuto transmisor de radio nos enviara estas señales a los instrumentos, la pareja podría moverse libremente y los observadores podrían estar fuera del lugar donde esté la pareja, no distorsionando así los resultados debido a la influencia de su presencia, máxime si dicha pareja no se sabe observada.

Es una gran idea, sustituir una costilla natural por otra artificial en cuyo interior estén los sensores correspondientes y el transmisor. De esta manera, se pudo saber desde el momento en que Adán ve a la mujer, como reaccionaba y que alteraciones se producían en su organismo, de forma tal que, con todos los datos recogidos se pudo evaluar si los resultados obtenidos estaban dentro de lo previsto y si se planteaba algún problema.

Las palabras de Adán ante la presencia de la mujer son el resultado lógico del aspecto de esa mujer (de su misma "raza") y de la preparación psicológica de que fue objeto al decirle Yavé que había sido hecha de su costilla: "...Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne..."(2,23) (BP)



La consecuencia es lógica, y por ello se engañó a Adán: 2, 24 Por esto el hombre dejará a su padre y su madre y permanecerá con su esposa, y ellos serán una sola carne.

Resulta curioso que aparezcan ya los conceptos de padre y madre, y lo consideraría inaudito si Adán y Eva hubiesen sido el primer hombre y la primera mujer que hubiesen existido en el planeta, pero lo más probable es que no fue así.

Algunos autores llegan a emitir la hipótesis de que el género humano procede de otro planeta del Universo, apoyándose en diversas leyendas tales como una de procedencia eslava: "el hombre fue creado lejos de la Tierra, hace mucho tiempo. Cuando su mundo se aproximó al fin, Dios, con objeto de perpetuar el género humano, mandó a los ángeles que llevaran varias parejas a la Tierra, a fin de que se propagaran. Los ángeles repartieron las parejas por el mundo, y donde estas establecieron su morada, se multiplicaron". (26)



Respecto a la palabra Dios, se corresponde con Dyaus en sánscrito, Zeus en griego, Júpiter en latín, Tiu (¿Wotan?) en germánico. Millares de años antes de la época de los Vedas y de Homero, los progenitores de la raza aria adoraban a un ser invisible bajo el mismo nombre, el nombre de la Luz y del Cielo... La palabra Dyaus no designaba simplemente el cielo azul ni el cielo personificado. En los Vedas leemos "Dyaus Pater", en griego "Zeus Pater", en latín "Jupitar" (luego Júpiter), expresiones todas derivadas de la que se usaba antes de que las tres lenguas se separaran, cuando tales palabras significaban Padre celeste" o "Padre en el cielo". (27)

Al principio de Critias, uno de los diálogos de Platón dice: "... Al principio, los dioses se repartieron toda la Tierra, dividiéndola de común acuerdo, eligiendo cada uno la comarca que le habría de servir de morada; y mientras erigían sus palacios, nos cuidaban a nosotros los hombres tal como los pastores cuidan a sus rebaños, como propiedad suya, como criaturas que les pertenecían, pero no dominando los cuerpos por medio de penas corporales, cual aquellos que guían sus rebaños por medio de golpes, sino, por el contrario, haciéndose dueños de las almas. Así los guiaban de acuerdo con su voluntad, como al más dócil de los animales, como se guía a una nave por medio del timón, así guiaban a todas las estirpes de los mortales de la Tierra..."


En los pueblos más diversos de nuestro planeta pertenecien­tes a los cuatro continentes, en sus tradiciones encontramos unas asombrosas concordancias: ..."tuvieron sus orígenes en una época remota y misteriosa en que los dioses bajaron a la Tierra y convivieron con los hombres durante muchos años, gobernándolos sabiamente, educándolos en la religión y en la moral, e inicián­dolos en todas las ramas del saber, así como en todas las artes e industrias". (28)

25 Ellos estaban ambos desnudos, el hombre y su esposa, y no estaban avergonzados.


Creo que este versículo no necesita demasiado comenta­rio, pues en la actualidad existen multitud de pueblos naturales que van completamente desnudos o semidesnudos y por supuesto no sienten ninguna vergüenza, puesto que esa es su costumbre y desde que nacen hasta que mueren así es como se "visten". Otra cosa es lo que sucede en nuestra civilización, en que desde pocos instantes después del nacimiento, te visten y, cuando comienzas a comprender el lenguaje o aún antes, ya comienzan a inculcarte que debes ir vestido y no debes enseñar ciertas partes de tu cuerpo.

Por tanto, Adán y su mujer, no tenían ninguna razón para avergonzarse de estar desnudos, pues así habían estado desde su nacimiento. Estoy convencido de que Yavé y sus ayudantes iban vestidos, pero esto no podía influir en Adán y Eva puesto que Ellos eran los dioses.


Ahora veamos lo que dicen las tabillas de barro sumerias donde se cuenta todo el proceso de una forma mucho más clara y lógica que la narración bíblica.


Las esencias se transmiten por inseminación de un macho a una hembra, las dos hebras entrelazadas se separan y combinan para forjar una descendencia.

¡Que un varón Anunnaki fecunde a una hembra bípeda, que nazca una descendencia de combinación! Así dijo Ninmah.

¡Eso hemos intentado, pero ha habido fallos!, respondió Enki.

¡No hubo concepción, no hubo parto! Respondió Ninmah, pues lo habían hecho en el tubo de ensayo.



Estudiaron como harían la combinación del ADN que es a lo que se refieren cuando hablan de las dos hebras y dijeron ¡Se tiene que configurar para que reciba nuestra esencia gradualmente, solo se puede intentar poco a poco a partir de las fórmulas ME de la esencia de Nibiru!

Es tanto como decir el mapa genético de los nibiruanos

Ninmah colocó en un recipiente de cristal un óvulo de una hembra bípeda y con simiente Anunnaki fecundó el óvulo y este lo insertó en la matriz de la hembra bípeda. Esperaron el tiempo previsto, pero no hubo nacimiento. Ninmah, desesperada, hizo un corte (una cesárea) y sacó a la criatura. Todos estaba llenos de regocijo menos Ninmah que descubrió que el recién nacido tenía pelos por todas partes, su parte superior era como las de de las criaturas de la Tierra y las partes inferiores se parecían más a las de los Anunnaki.

El recién nacido creció rápido, lo que en Nibiru era un día, era un mes en la Tierra. Sus manos no se adaptaban a las herramientas y solo emitía gruñidos.

Lo intentaron de nuevo introduciendo cambios en la mezcla. Tomaron esencia Anunnaki de dos partes y fecundaron el óvulo de la hembra de la Tierra en un cuenco de cristal. El niño creció y por su aspecto era atractivo, sus manos estaban conformadas para sostener herramientas pero sus sentidos eran deficientes pues no podía oír y su visión era vacilante.

Volvieron a repetir una y otra vez reajustando las mezclas obteniendo resultados defectuosos de nuevo, uno tenía los pies paralizados, otro le temblaban las manos, o no le funcionaba bien el hígado, las manos demasiado cortas, etc.

Siguieron intentándolo sin resultado satisfactorio y Enki pensó que el problema podría estar en algo diferente de las mezclas. ¡No uses un recipiente de cristales de Nibiru, hazlo de arcilla de la Tierra! ¡Quizás se requiera lo que es la propia mezcla de la Tierra, de oro y de cobre!

En la Casa de la Vida, Ninmah hizo un recipiente de arcilla de Abzu (de la mina). Con un baño purificador conformó el recipiente, para hacer dentro de él la mezcla.


No puedo saber porque la arcilla hizo su efecto y no lo explican.


De nuevo se hizo la mezcla, se implantó en una hembra y cuando se cumplió el tiempo empezó a parir. La mamá le dio de mamar, el niño creció rápido, sus miembros eran adecuados para el trabajo, hablar no sabía ¡no comprendía las palabras, emitía rugidos y resoplidos!

En vista de ello pensaron que de todo lo que se había intentado y cambiado en cada experimento, había algo que permaneció sin cambiar: siempre el óvulo se había insertado en una hembra terrestre. Lo que quería decir es que había que implantar el óvulo en la matriz de una Anunnaki, pero ¿quien sería la mujer que estaría dispuesta a prestar su matriz al experimento? Al final la propia Ninmah dijo :¡Yo hice las mezclas, la recompensa y el peligro deben ser míos!

De nuevo unieron un óvulo de una hembra terrestre con la esencia Anunnaki. Enki implantó el óvulo fecundado en la matriz de Ninmah y hubo concepción. ¿Cuánto durará el embarazo? ¿Serán nueve meses de Nibiru? ¿Serán nueve meses de la Tierra? Después que en la Tierra , antes que en Nibiru, llegó el parto y Ninmah dio a luz un varón. El niño era perfecto y al darle unos azotes emitió los sonidos adecuados.

Le examinaron de manera exhaustiva todas las partes eran adecuadas, orejas, ojos, boca, manos y pies. No era peludo como los salvajes, su cabello era negro, su piel tersa como los Anunnaki, el color de la sangre rojo oscuro como la arcilla de Abzu. Miraron su hombría, su forma era extraña, la parte delantera estaba envuelta en una piel, ¡A diferencia de la hombría de los Anunnaki, le colgaba una piel de la parte delantera!

¡Que el terrestre se distinga de nosotros, los Anunnaki, por esta piel! Dijo Enki.



Por esta razón Yahvé ordenó a los hebreos que se circuncidaran, según el Génesis, distintivo del resto de los terrestres. El pueblo elegido debía parecerse más a los Anunnaki.

Debo aclarar aquí que el Yahweh bíblico es en realidad Enlil que era el jefe de la expedición Anunnaki, y su hermano Enki es el creador del humano junto con su hermana Ninmah. Estos son los creadores del género humano y no Yahweh.

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