GÉNESIS 10

 

          

Antes de seguir adelante con nuestro análisis, veamos como describe la creación del hombre el Popol Vuh, que según parece analizaron a ciertos animales sin obtener resultados satisfacto­rios y por ello dice:

"Cuando el Creador y el Formador vieron que aquellos no sabían hablar, se dijeron: <<No saben llamarnos por el nombre... y eso no está bien>>.

A los animales les dijeron: <<Os sustituiremos, porque no sabéis hablar. Hemos cambiado de intenciones. Tendréis vuestro alimento, vuestra hierba, vuestras guaridas y vuestros nidos; los tendréis en las gargantas y en las selvas. No habéis sido capaces de adorarnos y de llamarnos, así que crearemos a otros que lo hagan. Este es vuestro destino: vuestra carne será devorada. Así sea. Que tal sea vuestro destino>>.

De este modo anunciaron su voluntad a los animales sobre la faz de la tierra, a los pequeños y los grandes.

Para escapar a su suerte, los animales hicieron una nueva tentativa, y se esforzaron en adorar a los creadores (19). Pero ni siquiera se entendían entre ellos... >>

Con estos animales no hubo suerte, así pues fue necesario experimentar con otros y, por ello, la "biblia maya" dice:

De tierra, de arcilla, hicieron la carne de los hombres. Pero vieron que no iba bien. Porque se disolvía, era demasiado blanda, carecía de movimiento y de fuerza, caía, era blanda y (las criaturas) no movían la cabeza, la piel colgaba de un lado, la mirada era velada y no podía volverse atrás. Este ser hablaba, pero carecía de razón. Pronto lo empaparon las aguas, y se hundió(...). Entonces, el Creador y el Formador destruyeron y despedazaron su obra.

Extraño pasaje que hace muy difícil identificar el ser de que se trata, tal vez algún bípedo primigenio del cual no ha quedado ningún rastro, pues alguno de los muchos cataclismos que ha sufrido nuestro planeta lo destruyó.

...y los seres fueron hechos de madera. Se parecían a los hombres, hablaban como los hombres y poblaban la Tierra.

Vivieron y poblaron la Tierra, y esos seres de madera tuvieron hijos e hijas. Pero carecían de alma, estaban desprovis­tos de razón y no nombraron al Creador y al Formador. Vagaban sin meta y a gatas.

Como no nombraron al Corazón del Cielo, fueron repudiados.

Al comienzo hablaban; pero su rostro estaba inmóvil. Sus pies y sus manos carecían de fuerza. No había en ellos ni materia líquida ni materia sólida, ni sangre ni carne. Secas estaban sus mejillas, secos sus pies y sus manos, y amarilla la carne.

Era solo una prueba, una tentativa.

Como vemos, experimentaron, los dioses con diversos tipos de animales, pero fracasaban en su intención de conseguir un ser que tuviese un determinado nivel de inteligencia. O bien no utilizaron el procedimiento adecuado -que es lo más probable- o no eligieron al animal más conveniente para efectuar la transfor­mación.

Por ello olvidaron al Creador y al Formador, que los habían creado y que habían cuidado de ellos. Estos fueron los primeros hombres que, en gran número, vivieron sobre la faz de la Tierra.

Luego, aquellas figuras de madera fueron destruidas y aniquiladas. Se les dio muerte. El Corazón del Cielo suscitó un gran diluvio, y grandes cantidades de agua cayeron sobre la cabeza de los seres de madera(...) Resina líquida se precipitó del cielo, la faz de la Tierra se oscureció y comenzó una lluvia negra, de día y de noche...

Nuevo cataclismo que destruye cuanto encuentra a su paso y esta vez diluviando. ¿Se trata del Diluvio Universal de "nuestra Biblia?. Interpreto que habla de los seres de madera, porque eran vegetarianos y vivían entre los árboles, tal como se nos dice a continuación:

...y se dice que sus descendientes son los simios que viven en las selvas. En ellos puede reconocerse a aquellos cuya carne la hicieron de madera el Creador y el Formador. Por eso el simio se parece al hombre, como recuerdo de una reacción humana, de hombres que no eran más que fantoches de madera.

A pesar de estos fracasos, los dioses no desfallecen en sus tentativas y se les ocurre plasmar a la nueva raza con maíz amarillo y blanco. Así consiguen unas criaturas digamos demasiado perfectas para lo que "ellos" esperaban:

"Miraban y veían lejos, y podían conocer todo cuanto hay en el mundo. Cuando miraban, lo veían todo en su derredor, tanto la cúpula del cielo como el interior de la Tierra. Sin moverse, veían todas las cosas desconocidas y lejanas. Veían enseguida al mundo entero, y lo veían desde el lugar donde estaban. Su sabiduría era grande. Su ojo alcanzaba a las selvas, a las rocas, a las lagunas, a los mares, a los montes y a los valles. En verdad que eran hombres maravillosos (...)

Tan perfectas eran estas criaturas que las divinidades comienzan a preocuparse por ello:

"Calmemos un poco sus deseos, puesto que lo que vemos no está bien. ¿Deben ser, al fin, semejantes a nosotros, que los hemos creado y que vemos lejos, que lo sabemos todo y lo vemos todo?"

Así hablaron el Corazón del Cielo Huracán, Chipi-Cakulhá, Raxa-Cakulhá, Tepeu, Kukmatz, Alom, Caholom, Ixpiyacoc, Ixmucamé, Tzakol y Bitol.

Así hablaron ellos, y pronto cambiaron la especie de sus obras y criaturas.

El Corazón del Cielo les puso un velo ante los ojos, y éstos se nublaron, como cuando el aliento se dirige a un espejo. Sus ojos se nublaron: solo podían ver ya lo que estaba próximo, lo que estaba claro. Así se destruyeron la sabiduría y todos los conocimientos de los cuatro hombres del origen y del principio. Así se crearon y se formaron nuestros antepasados. Del corazón del cielo y del corazón de la Tierra.

Como vemos, hay muchas similitudes entre el Popol Vuh y la Biblia.

a) Cataclismos diversos

b) El hombre es creado (al menos una de las tentativas) con arcilla.

c) El hombre adquiere altos poderes

d) El hombre al cabo de un tiempo pierde los poderes

Por otro lado, parece que el hombre es el resultado de una hibridación: "del corazón del cielo y de la tierra"; "a imagen y semejanza de Yavé Dios (Elohim Yavé)" y del "polvo del suelo" o "del polvo de la tierra". Dicho de otra forma más clara, más actual: el hombre se crea gracias a la unión de elementos "celestes", es decir no terrestres, y de elementos terrestres.