De
nuevo Abraham tiene problemas por su
mujer aunque tal vez la causa sea él por hacer decir a ella “es mi hermano” y
decir él de ella “es mi hermana”. No cabe duda de que debía ser una mujer muy
bella, cuando suceden estas cosas con ella.
Este
capítulo es muy semejante al XII y de igual forma el rey del lugar toma a Sara,
aunque aquí queda absolutamente claro que no llega a tener relaciones sexuales
con ella, pues antes de que ocurra Elohim se lo comunica:
3 Empero
Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y díjole: He aquí, muerto eres por la
mujer que tomaste, la cual es casada con marido. (BP)
Ciertamente
si pensamos en la edad de Sara, nos va a ser muy difícil creer que el rey de
Guerar la quisiera tomar como esposa, y el mismísimo San Agustín pensó que
estos episodios relativos a Abraham no están ordenados cronológicamente (89). Luego
este capítulo debería estar después del capítulo 13 y antes del 17.
Lo
curioso de este capítulo es que se cae en algo incongruente, pues si Elohim
habla a Abimelec en sueños ¿Cómo puede Abimelec contestarle?
4 Abimelec,
que no se había acercado a ella, respondió: “Señor, ¿matarías así al inocente?
5 ¿No
me ha dicho él: Es mi hermana?; y ¿no me ha dicho ella: Es mi hermano? Con
pureza de corazón y con manos inocentes hice yo esto.”
Y para que no haya dudas
de que la conversación se mantiene estando Abimelec dormido continúa:
6 Y
le dijo Dios en el sueño: “Bien sé yo que lo has hecho con pureza de corazón;
por eso te he impedido que pecaras contra mí, y no he consentido que la
tocaras.'
7 Ahora,
pues, devuelve la mujer al marido, pues él, que es profeta, rogará por ti y
vivirás; pero, si no se la devuelves, sabe que ciertamente morirás tú con todos
los tuyos.”
Si Yahweh/Jehová sabía
que Abimelec había tomado con “pureza de corazón” a Sara, no tiene ningún sentido toda esta “arenga”
que cae sobe él, y mucho menos la amenaza de morir él y todos los suyos, mas si
no lo sabía y temía que pudiera ocurrir, (tomar Abimelec a Sara, aún sabiendo
que es la esposa de Abraham) todo el discurso tiene justificación.
Es evidente que Elohim no
se fiaba de Abimelec, pues si no toda su actuación sobra, salvo que le
comunique que Sara ya está casada. Y desde luego la pena habría sido extrema ya
que le indica que habría podido morir si la hubiera tomado a Sara. Yahvé
castiga con la muerte cualquier error, un dios muy sanguinario.
Por otro lado dice de
Abraham que es profeta cosa no comprobada hasta ahora, pues no se narra ninguna
profecía hecha por Abraham, hasta este momento.
Con certeza que la
comunicación de Yahweh/Jehová con Abimelec se realiza en sueños, pero sueño
hipnótico, pues es la única forma en que el sujeto dormido puede contestar a
preguntas como si estuviese despierto. Cualquiera que haya practicado la
hipnosis, o bien que haya presenciado una sesión o experimentación, sabe que
esto sucede así; además, mediante orden posthipnótica, puede recordar aquello y
solo aquello que quiera el hipnotizador.
Por ello se entiende
perfectamente que a la mañana siguiente se despertara Abimelec muy impresionado
y comunicara todo lo ocurrido a sus servidores. (20,8)
Llama después a Abraham y
se queja a él de lo que le ha hecho, de no haber dicho la verdad y Abraham se
justifica diciendo que no ha mentido, pues ciertamente es hermana de padre;
también se justifica por el miedo que tiene a que le maten por la belleza de su
mujer. (20,9-13) En aquella época debían ser muy brutos o bien Abraham era muy
miedoso a pesar de ser un soldado.
Al igual que sucedió en
el capítulo 15, gracias a esta artimaña, Abraham se enriquece de nuevo gracias
a la belleza de su mujer, y no quiero decir con esto que fuese esta su
intención, pero si que volvió a conseguir el mismo resultado.
14 Tomó,
pues, Abimelec ovejas y bueyes, siervos y siervas, y se los dio a Abraham, y le
devolvió a Sara, su mujer,
15 y
le dijo: “Tienes la tierra a tu disposición; mora donde bien te parezca.”
Abimelec quiera dejar las
cosas muy claras (también debía estar asustado) y por ello le dice a Sara:
16 Y
a Sara le dijo: “Mira, a tu hermano le he dado mil monedas de plata; sírvante
de velo para los ojos y a cuantos contigo están, y todo así estará arreglado.”
Sin
duda ésta es una forma de limpiar la ofensa.
En
realidad no eran mil monedas sino “mil piezas de moneda”: 16 Y
a Sara dijo: “Mira que de veras doy mil piezas de moneda de plata a tu hermano.
Mira que es para ti una cobertura de los ojos para todos los que están contigo,
y ante todo el mundo, y quedas libre de oprobio”.
La
Biblia Testigos de Jehová aclara que no se refiere a monedas sino una unidad de
peso equivalente a 8,416 (el siclo) (90). Se aclara también que este pasaje es
oscuro y que tal vez sea porque el texto no está bien conservado.
Lo
curioso es lo que se dice a continuación y como final del capítulo:
17 Rogó
Abraham por Abimelec, y curó Dios a Abimelec, a su mujer y a sus siervos, y
engendraron,
18 pues
había Yahvé cerrado enteramente todo útero en la casa de Abimelec por lo de
Sara, la mujer de Abraham.
Sin
duda alguna Yahvé utilizó un eficaz anticonceptivo, probablemente disuelto en
las aguas que utilizaban. Y cuando dice que curó también a Abimelec,
interpretamos que el anticonceptivo podría afectar a las mujeres y también a
los hombres, es decir, les debía producir impotencia también, o tal vez fuese
solo este último el efecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario