Enlil reveló
a los dos héroes el lugar de ocultación ¡Las siete Armas de Terror moran en una
montaña! ¡Moran en una cavidad de la tierra, se requiere revestirla con el
terror!
Es decir necesitan cargarlas con la
munición correspondiente.
Enlil les
reveló como despertar a la armas de su profundo sueño y les advirtió ¡Antes de
que se usen las armas, el lugar de los carros debe estar vacío de Anunnakis;
las ciudades deben ser perdonadas, la gente no debe perecer!
Mientras
Nergal se dirigía al lugar oculto, Ninurta se retrasó hablando con su padre,
Enlil, que le habló de la profecía de Galzu y de la elección de Ibruum
(Abraham).
¡Nergal es
irreflexivo, asegúrate de que las ciudades son perdonadas, hay que advertir a
Ibruum!
Cuando
Ninurta llegó al lugar de las armas, Nergal ya las había sacado de la cavidad y
mientras despertaba su MEs del largo sueño, Nergal dio un nombre de trabajo a
cada una de las siete: LA QUE NO TIENE RIVAL, LLAMA ARDOROSA, LA QUE DESMORONA
CON TERROR, FUNDIDORA DE MONTAÑAS, VIENTO QUE BUSCA LOS CONFINES DEL MUNDO, LA
QUE ARRIBA Y ABAJO A NADIE PERDONA, y la última la llenó con un poderoso veneno
y la llamó VAPORIZADORA DE LO VIVIENTE.
Yo mataré al
hijo, yo aniquilaré al padre! Gritaba Nergal con aires de venganza.
¡Las tierras
que codician se desvanecerán, destruiré las ciudades pecadoras!
Ninurta
preguntö: valiente Nergal ¿destruirás al justo con el injusto?
¡Las
instrucciones de Enlil son claras! ¿Yo llevaré el rumbo a los objetivos
seleccionados, tú me seguirás detrás?
¡La decisión
de los Anunnaki me es conocida! Dijo Nergal. Ambos esperaron la señal de Enlil
durante siete días y siete noches. Tal como era su intención, cuando terminó su
espera, Marduk volvió a Babili, en presencia de sus seguidores, pertrechados
con armas, declaró su supremacía; la cuenta de años terrestre será entonces de
mil setecientos treinta y seis. En aquel día, fatídico día, Enlil le envió la
señal a Ninurta; Ninurta partió hacia el Monte Mashu, tras él iba Nergal.
El monte y la
llanura, en el corazón de la Cuarta Región, inspeccionó Ninurta desde los
cielos.
Con el
corazón encogido, le hizo una señal a Nergal: ¡Quédate ahí! Le señaló. Entonces
Ninurta soltó desde los cielos la primera arma de terror; con un resplandor, la
cima del Monte Mashi se resquebrajó, las entrañas del monte se fundieron en un
instante.
¡Hecho!
Exclamó Ninurta desde la nave celeste, su Divino Pájaro Negro.
¡Del control
que Marduk y Nabu tanto codiciaban se les ha privado para siempre!
Aquí vemos claramente que la razón
fundamental de la destrucción de la zona es hacer desaparecer las pistas de
aterrizaje de las naves celestes para evitar que Marduk se hiciera el dueño y
las controlara.
Entonces,
Nergal deseó emular a Ninurta, su corazón le urgía ser Erra, el Aniquilador;
siguiendo la Calzada del Rey, voló hasta el verde valle de las cinco ciudades.
¡Nergal
planeaba aplastar el verde valle donde Nabu estaba convirtiendo a la gente,
aplastarlo con un pájaro enjaulado!
Sobre las
cinco ciudades una tras otra, Erra envió un arma de terror desde los cielos
destruyó por completo las cinco ciudades del valle, se convirtieron en
desolación. Con fuego y azufre fueron arrasadas, todo lo que allí vivía se
convirtieron en vapor.
El pecado o falta real de las gentes
que habitaban la zona, es que Marduk junto con su ayudante Nabu, se los habían ganado a su favor y por tanto había
que eliminarlos también, aún a pesar de que Enlil había avisado de que se
salvara a la gente. Vemos también que no solo destruyeron las ciudades de
Sodoma y Gomorra sino tres más.
Con tan
terribles armas las montañas se vinieron abajo, la barrera que contenía las
aguas del mar se partió, las aguas del mar se derramaron en el valle, el valle
quedó inundado por las aguas y al caer sobre las cenizas el vapor subió hacia
los cielos.
¡Hecho! Gritó
Erra en su nave celeste. En el corazón de Nergal ya no había venganza.
Inspeccionando
su maligna obra, los dos héroes quedaron confundidos con lo que vieron: los
resplandores fueron seguidos por el oscurecimiento de los cielos, después se puso a soplar la tormenta.
Arremolinándose dentro de una oscura nube, un Viento Maligno llevaba la
penumbra desde los cielos, con el transcurso del día, el Sol desapareció sobre
el horizonte con la oscuridad, por la noche, un pavoroso resplandor dibujaba
sus bordes, hizo desaparecer a la Luna cuando salía. Cuando llegó el amanecer
del día siguiente. Desde el oeste, desde el Mar Superior, se puso a soplar un
viento de tormenta, la nube marrón oscura se dirigió hacia el este, hacia las
tierras habitadas se extendió la nube; allí donde llegaba, traía sin misericordia
la muerte a todo lo que vive; desde el Valle de Sin Compasión, engendrada por
los resplandores, la muerte fue transportada hacia Sumer.
Ninurta y
Nergal dieron la voz de alarma a Enlil y Enki: ¡Implacable, el Viento Maligno
lleva la muerte a todos!
Enlil y Enki
transmitieron la alarma a los dioses de Sumer: ¡Escapad! ¡Escapad! Les gritaron
a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario