lunes, 9 de enero de 2023

GÉNESIS 60

 


Continuando la narración, los varones se levantan y deciden marcharse:

16 Levantáronse los tres varones y se dirigieron hacia Sodoma, y Abraham iba con ellos para despedirlos. (B.C.)

Aunque la B. P. dice: 16 Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma: y Abraham iba con ellos acompañándolos.

Y la B.K.I.M. dice: 16 Los hombres salieron de allí y miraron hacia Sedom (Sodoma) y Amora (Gomorra), y Avraham fue con ellos atendiéndolos en su jornada.

Vuelve a tomar la palabra el mismo varón de antes y por la forma de expresarse, hablando en primera persona, se desprende que él es Yahweh:

17 Yahvé dijo: “¿Voy a encubrir yo a Abraham lo que voy a hacer,

18 habiendo él de ser, como será, un pueblo grande y fuerte y habiendo de bendecirle todos los pueblos de la tierra?

19 Pues bien sé que mandará a sus hijos y a su casa después de él que guarden los caminos de Yahvé y hagan justicia y juicio, para que cumpla Yahvé a Abraham cuanto le ha dicho.”

 Ya no existe duda alguna de que quien habla es Yahweh puesto que se expresa con autoridad, como dueño de la situación, como que es quien toma las decisiones de cuanto haya que hacer.

20 Y prosiguió Yahvé: “El clamor de Sodoma y Gomorra ha crecido mucho, y su pecado se ha agravado en extremo;'

21 voy a bajar a ver si sus obras han llegado a ser como el clamor que ha venido hasta mí, y si no, lo sabré.”

22 Y partiéndose de allí dos de los varones, se encaminaron a Sodoma. Abraham siguió estando con Yahvé.

 Sin duda Yahweh haciendo uso de sus habilidades telepáticas, sabía que Abraham iba a interceder por los habitantes de las ciudades malditas, y por ello los otros dos varones se marchan a cumplir su misión y Yahweh se queda para escuchar a Abraham.

 Desde el versículo 23 al 32 inclusive, Abraham intercede por las ciudades intentando salvarlas por cincuenta justos en principio y, dudando de que existan tantos justos baja hasta diez.

 Terminando la arenga de Abraham, Yahweh se marcha:

 33 Fuese Yahvé después de haber hablado así a Abraham, y éste se volvió a su lugar.

 Por lo que se expone en el capítulo siguiente, Yahweh no se dirige a Sodoma sino a preparar los dispositivos destructores.

 Está  claro que este acontecimiento de la destrucción de Sodoma y Gomorra no se trata de un fenómeno natural, como podría ser un volcán, un incendio… sino algo premeditado y planificado por lo que informa a Abraham con antelación lo que sucederá.

 Era un acontecimiento evitable, no el producto de fuerzas naturales irreversibles: la destrucción ocurrirá, sólo si las protestas contra Sodoma y Gomorra se confirman. Era un evento posponible, que podía darse o no, a voluntad y sujeto a la decisión de Yahweh/Jehová/Enlil. Y como la calamidad era evitable, Abraham empleó todos sus argumentos.

 El uso de armas de destrucción masiva en el Oriente Próximo, en la antigüedad, es causa del miedo que se hagan realidad las profecías del Armagedón biblico.

La escalada del conflicto entre dioses, y no entre hombres, llevó a la utilización de armas nucleares, precisamente allí, hace cuatro mil años. Si alguna vez hubo un acto de guerra, del todo lamentable, y con consecuencias inesperadas, ese acto se produjo allí.

No es una ficción, la primera vez que se utilizó armas nucleares, no fue en 1,945 d.C., sino en el 2,024 a.C. Este fatídico acontecimiento es descrito en diversos textos de la antigüedad. Entre esas fuentes antiguas se encuentra la biblia, pues el primer patriarca hebreo, Abram, fue testigo presencial del terrorífico desastre.

El Día del Juicio Final llegó, cuando Abraham, estaba acampado cerca de Hebrón y tenía 99 años de edad.

 

 

 

 

 

 

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