domingo, 4 de diciembre de 2022

GÉNESIS 32






De lo que no cabe duda alguna es de que, el Diluvio es conocido en casi todas las partes del globo terráqueo y así queda reflejado en las leyendas y tradiciones de los pueblos de la Tierra.

Andree estableció en 1891 la existencia de ochenta y cinco leyendas que hablan de un diluvio y actualmente se conocen más de cien. Si prescindimos de las que pueden ser atribuidas, de alguna forma, a la influencia de los misioneros, quedan todavía según Reim, sesenta y ocho leyendas de diluvios que se pueden considerar autóctonas.

La duración de este diluvio oscila entre cinco días y los cincuenta y dos años de los aztecas. Aunque en diecisiete casos figura la causa como aguaceros, también se le atribuye a nevadas, fusiones de glaciares, tifones, tormentas, terremotos y maremotos. (46)

Nadie ha podido explicar de una forma convincente como este relato se ha extendido por todo el mundo, ni ninguna teoría nos convence de una inundación general, aunque muchos lo han intentado.

“Fr. Von Schwarz, un ruso de origen alemán, publicó en 1894 una voluminosa obra, en la que de una manera ingeniosa, pero desde luego nada convincente, intentaba apoyar con razones la idea de que un supuesto enorme mar interior existente en Asia, llamado mar Mongólico, el cual tenía 4000 km de longitud, 1400 km de anchura y 2000 metros de profundidad que se extendía desde Kashgar hasta la estepa Dáurica, se había desbordado a consecuencia de un terremoto o de algún fenómeno tectónico parecido en el año 2297 ó 2357 antes de Cristo, provocando un “diluvio” tanto hacia el Este como hacia el Oeste. Su teoría puede servir perfectamente para explicar la tradición china, según la cual ocurrió una tremenda crecida del Huangho en la época del emperador Yu. En cambio, esta teoría es incapaz por completo de explicar las leyendas autóctonas, del diluvio que se encuentran en las restantes partes de la Tierra. (47)

En las tradiciones caldeas, el rey Xisutros es advertido por el dios Cronos en sueños de que habría un diluvio el día décimoquinto del mes Daesia y que la humanidad sería destruida. Le ordena que escriba la historia de los orígenes, los progresos y el fin de todas las cosas; que entierre estos escritos en Sisparis (o Sippara), en la Ciudad del Sol; que construya un barco y se lleve a sus amigos y parientes, todo lo necesario para vivir ellos y todas las especies de animales que debían llevar con ellos en el barco. Al preguntarle al dios hasta donde debía ir, este le respondió: “Hasta donde están los dioses”.

Cuando el rey Xisutros comprobó que su nave tocó tierra, y esto fue en Armenia, al igual que Noé, solo que en el monte Korkura, bajó a tierra en compañía de su mujer, su hija y el piloto de la embarcación, y ninguno de los cuatro fue jamás visto porque fueron arrebatados al cielo como lo fue Enoc.(45) Precisamente Noé salvó El Libro de Enoc de la destrucción llevándoselo en el arca.

Es curiosa también la constante, en muchas de estas leyendas, de que el forzoso navegante no solo tiene que salvar a los animales, aparte de su familia, sino el conocimiento humano hasta esa fecha.

“En la India, los Vedas y el Ramayana relatan una historia similar a la Biblia, en la cual el dios Brahma encarga al legendario Manu la tarea de repoblar la Tierra. Por el contrario, en el Bhâgavata Purâna, más reciente, es el rey de Drawida el que hace el papel de Manu, después de haber escondido los preciosos Vedas, guión en el santuario de la Agartha”.

“En Egipto, previendo el Diluvio, Hermes Trimegisto escribe sobre unas estelas y en jeroglíficos, la suma de los conocimientos humanos, para que se escapen así a la destrucción. Dichas estelas o columnas jeroglíficas fueron colocadas en tierra siríaca”.

“Una tradición judía, según el historiador Josefo, dice que el patriarca Set, para conservar el conocimiento adquirido por los hombres, previendo la destrucción por el fuego y el agua que había predicho Adán, levantó dos columnas, una de ladrillo y otra de piedra, sobre las que fueron grabados tales conocimientos”

“Estas columnas, como las de Hermes, se erigieron en la tierra de Siriad, que muy bien podría estar situada en Siria o Armenia”

Debemos recordar también la respuesta que recibió Solón (48) de los sacerdotes egipcios, según nos cuenta Platón:

“Tras un período determinado de tiempo, una inundación cambió la haz de la Tierra. El género humano ha perecido varias veces de diferentes maneras, y he aquí por que la nueva raza de los hombres carece de monumentos y de conocimientos de épocas pasadas…fue después de un diluvio cuando se hundió la Atlántida…

El diluvio es precedido por el fuego en Germania y esto tiene mucha semejanza con un cataclismo cósmico. Los griegos nos hablan de dos diluvios, el de Ogiges es el más antiguo y el de Deucalión, hijo de Prometeo, es posterior y se sitúa hace unos 3500 años.

Los celtas temían que el cielo se les cayese encima, recordando el cataclismo. Para los lituanos solo se salva el rey Manus, nombre muy semejante al Manu indio, el Minos griego, el Menw kímrico y el Menes egipcio, lo que nos llevaría a la conclusión de que se trata del mismo personaje.

Las tradiciones africanas nos dicen que en tiempos antiguos, el cielo cayó sobre la Tierra.

En el libro sagrado de los zoroastrianos, el Bundehech, se narra una guerra entre el cielo y la Tierra, Ahrimán, el dios del mal, hirió nuestro globo con los “khrafçtras de mordeduras venenosas”.

En la India el cataclismo es un combate entre Visnú y la serpiente y en el Visuddhi- Magga, se dice que la Tierra fue puesta boca abajo y que un ciclo del mundo resultó destruido.

Para el Japón esto fue “el fin de una era del mundo”; en Siberia dicen que un mar de fuego consumió toda la Tierra; y los esquimales y lapones nos cuentan que la Tierra sufrió un cataclismo que provocó un incendio universal seguido de un diluvio en el cual murió toda la humanidad.

En Colombia se salvó Bochica y en México Caxcose, del diluvio que destruyó la humanidad.

En el Popol Vuh se nos relata de esta trágica forma el terrible castigo sufrido por los hombres:

“Hace muchísimas lunas, los pueblos de la tercera época (los hombres de madera) fueron condenados a muerte por los dioses. Un gran diluvio de fuego y torrentes de resina (de llama) descendieron del cielo.

Finalmente violentos huracanes acabaron de destruir a las criaturas de madera, cuyos ojos fueron arrancados de sus cabezas, las carnes corroídas, las entrañas mordidas y los nervios y huesos masticados por los secuaces del dios de la Muerte.

Y los hombres de pusieron a correr de dos en dos como las mazorcas de maíz, unos detrás de otros, y subieron a sus casas; pero al llegar a los canalones, caían; trataron de subirse a los árboles, que se derrumbaban bajo su peso; quisieron refugiarse en las frutas, pero estas los rechazaban en cuanto ellos se aproximaban”


Riem en 1906, con su teoría geofísica del Diluvio, pretendió dar una explicación científica a su universalidad; considerando la aparición del arco iris, deduce que la Tierra estuvo permanentemente cubierta de nubes, manteniéndose un equilibrio climático en todo el planeta, no existiendo por tanto las estaciones. Con el enfriamiento paulatino del globo, llegó la condensación del vapor de agua que se convirtió en un gran diluvio, y solo después de esto, los hombres pudieron ver por primera vez el sol, la luna y las estrellas y, a partir de este momento, cambiaron las condiciones climáticas. (49)

Sin embargo, esta tenía grandes objeciones como son: la ausencia de huellas de las erosiones que se debían haber producido; el clima de invernadero no se puede aceptar, dada la existencia en aquella época de formaciones desérticas como se ha demostrado; por otro lado Egipto y otras grandes regiones de África fueron respetadas por el Diluvio Universal.

Todo esto nos lleva la conclusión clarísima de que el Diluvio Universal debería llamarse Diluvio Local de la zona del Tigris y el Éufrates y no por la forma que supone Willcocks de la rotura de diques, sino más bien como dijo Suess en 1883, esta tremenda inundación fue debida a unas tormentas y a unos terremotos.

Durante las excavaciones realizadas en Kujundjik en 1872 se encontraron tablillas escritas en caracteres cuneiformes, unas narran una epopeya babilónica llamada la Epopeya de Gilgamés perteneciente a una época situada en unos 2600 años AC.

Hay que decir de dicha epopeya que sus semejantes, salvo en los nombres, es muy grande con la ventura de Noé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

GÉNESIS 129

  Pero para poder estudiar bien las reacciones que tendrán y las alteraciones psicofísicas que estas reacciones provocarán, es necesario int...